Novena al Padre Pío de Pietrelcina

Padre Pío de Pietrelcina, primer sacerdote en recibir los estigmas de Cristo, canonizado el 16 de junio del 2002. Él sabía escuchar y discernir las necesidades de los corazones de la gente.

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Novena al Padre Pío de Pietrelcina

El Padre Pío de Pietrelcina, religioso capuchino del sur de Italia, desde 1918 hasta el final de su vida llevó los estigmas de Cristo en pies, manos y costado; maras que desaparecieron al momento de su muerte.

Además recibió gracias especiales como el suave aroma a rosas que desprendían sus heridas; la bilocación (estar en varios lugares al mismo tiempo); capacidad para leer las conciencias; el discernimiento de las almas y la realización de múltiples curaciones milagrosas. 

Su don más grande era la capacidad de leer los corazones, el Padre Pío podía decir lo que uno estaba pensando antes de que uno lo dijera.

A lo largo de su vida manifesto una fuerte devoción al Sagrado Corazón de Jesús, y a los Ángeles de la Guarda.


Programa de la Novena al Padre Pío

  • Primer día: La Devoción del Padre Pío al Sagrado Corazón  de Jesús
  • Segundo díaLa Devoción del Padre Pío al Ángel de la Guarda
  • Tercer día: El Padre Pío y la Confesión 
  • Cuarto díaEl Padre Pío y la Eucaristía 
  • Quinto día: El Padre Pío frente a Dios 
  • Sexto día El Padre Pío ante el sufrimiento 
  • Séptimo día: El Padre Pío y la comunidad católica
  • Octavo díaEl Amor del Padre Pío a la Virgen María  
  • Noveno díaLos milagros del Padre Pío


Padre Pío de Pietrelcina es misionero de la misericordia y la piedad, algo que se encuentra en la confesión. Este es un hermano que paso gran parte de su vida en el confesionario. – Papa Francisco


Oración de la novena

Oración al Padre Pío

Bienaventurado Padre Pío, testigo de fe y de amor. Admiramos tu vida como fraile, como sacerdote y como fiel testigo de Cristo. El dolor marcó tu vida y por eso te llamamos "Un crucificado sin Cruz". El amor te hizo entender a los enfermos, a atraer a los pecadores, a vivir profundamente el misterio de la Eucaristía y del perdón. Fuiste un poderoso intercesor ante Dios en tu vida, y ahora en el cielo continuas haciendo el bien e intercediendo por nosotros. Queremos contar con tu ayuda. Ruega por nosotros. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. ¡Amén!