Consagración total a Jesús por María - método Montforniano
¿Sabías que el camino más rápido y fácil para llegar a Jesús es a través de María? Juntos sigamos este hermoso itinerario de la mano de San Luis María Grignion de Montfort.
¿Porqué consagrarse a Jesús a través de María?
“Consagrarse a María Santísima significa recurrir a su auxilio y ofrecernos a nosotros mismos y ofrecer la humanidad a Aquel que es Santo, infinitamente Santo; valerse de su auxilio — recurriendo a su Corazón de Madre abierto junto a la Cruz al amor para con todos los hombres y para con el mundo entero — para ofrecer el mundo, y el hombre, y la humanidad, y todas las naciones, a Aquel que es infinitamente Santo.” San Juan Pablo II, homilía en Fátima (13 de mayo de 1982)
Hay muchas maneras de hacer una consagración a Jesús a través de María. El original fue escrito por San Luis de Montfort en el siglo XVIII: “Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen.” También escribió “El secreto admirable del muy Santísimo Rosario.” y su mariología ha influido en muchos santos y papas. La consagración de San de Montfort incluye lecturas diarias y oraciones.
¿En qué consiste la formula de consagración Montforniana?
La fórmula de consagración total a Jesús por María de San Luis María Grignion de Montfort no se debe tomar a la ligera. Esto queda probado por el hecho de que el mismo santo aboga por una seria preparación, que consiste en doce días preliminares, para que el alma trate de vaciarse del espíritu del mundo, que es todo lo opuesto al espíritu de Jesucristo.
A éstos seguirán tres semanas de oración y meditación, durante las cuales el alma buscará un mejor conocimiento de sí misma (primera semana), de María (segunda semana) y de Jesucristo (tercera semana).
Cada día recibirás:
Un audio con la meditación del día.
Oraciones para decirse cada día, ya sean en audio o escritas.
La familia de la Milicia de la Inmaculada anima esta consagración
La Milicia de la Inmaculada (MI) es una Asociación Pública Internacional para los fieles, establecida por la Santa Sede. La MI fue fundada por San Maximiliano Kolbe, OFM Conv., en 1917. En ella son bienvenidos todos los católicos de los diferentes entornos de la sociedad y promueve la consagración total a María, como el medio más efectivo de vivir el propio Bautizo y la Confirmación. La MI alienta a las personas de buena voluntad, a que aceptan a Nuestra Señora en su vida y desarrollan una relación personal con ella. El Objetivo de la MI es:
"Ganar al mundo para Cristo, mediante la Inmaculada”, que es la Madre de Dios y de la Iglesia.
“La MI es una visión global de la vida católica bajo forma nueva, consistente en el vínculo con la Inmaculada, nuestra Mediadora universal ante Jesús”. (San Maximiliano Kolbe, EK 1220)