Cuadro de María Desatanudos: significado, explicaciones
El cuadro "María, Desatanudos" fue pintado en 1700 por Johann Melchior Schmidter a petición del Padre Jerome Ambroise von Langenmantel y como recuerdo del milagro que sus abuelos experimentaron casi un siglo antes. Con el paso del tiempo se han hecho numerosas réplicas de este cuadro, sin embargo, la obra original aún se conserva en la iglesia del Padre von Langenmantel (Iglesia de San Pedro de Perlack, en Augsburgo, Alemania). De hecho, en Alemania surgió una fuerte devoción mariana gracias a este cuadro. Dos siglos más tarde la devoción se extendió en América del Sur y posteriormente en todo el mundo, tras la difusión de la imagen y de una novena a María Desatanudos de Jorge Mario Bergoglio, a quien hoy conocemos como el Papa Francisco.
Representación de la Virgen María
María, la mujer del apocalipsis
En este cuadro, la representación de María corresponde a la descrita por San Juan en el Apocalipsis: "Una gran señal apareció en el cielo. Una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas." (Apocalipsis 12:1). En este cuadro se ilustra a María:
Coronada con 12 estrellas: el número 12 está muy presente en la Biblia. Por ejemplo, se suele aludir a los 12 apóstoles y las 12 tribus de Israel, lo cual otorga a la Virgen María el estatus de la madre del pueblo de Dios, madre de la Iglesia.
Vestida con un manto azul: desde la Edad Media, el azul es símbolo de pureza. Este color se ha convertido en el de la Virgen María en la mayoría de sus representaciones.
Entre el cielo y la tierra: el lugar de María es, ciertamente, entre Dios y los hombres.
Aplastando la cabeza de la serpiente bajo sus pies: desde el Génesis y a lo largo de la Biblia, la serpiente simboliza el Mal. Por su virtud, la Santísima Virgen vence al infierno y a los demonios: “Satán huye y tiembla el infierno cuando digo: Ave María”.
La actitud de María desatando los nudos
En este cuadro, María trabaja diligentemente para desatar los nudos de la cinta. Su rostro y sus manos expresan ternura y paciencia: parece que trabaja mientras está atenta a nuestras oraciones. Además, notamos que su cabeza está inclinada: su oído derecho escucha al Señor, el otro escucha las súplicas de los hombres.
Los otros temas del cuadro
El Espíritu Santo guía a María
Podemos ver sobre la Virgen una paloma blanca que desciende sobre ella. Es el Espíritu Santo, que la acompaña y nos recuerda que Dios la eligió para ser su madre, y la madre de todos los hombres. La luz emitida por la paloma que envuelve a María, nos recuerda que fue a través del Espíritu Santo que se produjo el milagro.
Los ángeles rodean a la Santísima Virgen
Una tropa de ángeles rodea a la Santísima Virgen. Los ángeles son seres de amor y luz, a quienes Dios les ha dado la misión de protegernos y acompañarnos en nuestra vida espiritual. En el caso concreto del cuadro, ellos colaboran con el trabajo de María. De hecho, se pueden ver dos ángeles que rodean a María:
El ángel a la izquierda de María (es decir, a la derecha del cuadro) sostiene el extremo de la cinta que está lleno de nudos. Estos nudos representan nuestros pecados y las dificultades que encontramos a lo largo de nuestra vida. El ángel tiene su mirada puesta en la Virgen María y la mira con confianza.
El ángel a la derecha de María sostiene el extremo liso de la cinta, que ya fue desenredado por María. Este ángel se vuelve hacia nosotros y nos muestra el trabajo de María. Parece que quiere llamarnos para decirnos: "mírala y confía en ella".
Tobias y Sara, un ejemplo de entrega a la gracia divina
En la parte inferior del cuadro, se representa un pasaje del Antiguo Testamento. Se trata del arcángel Rafael acompañando a Tobías a conocer a su futura esposa Sara. Probablemente, esta historia bíblica fue elegida porque recuerda la historia que originó el milagro de María Desatanudos. En ambos casos se hace alusión a las parejas, y a la entrega a Dios, siendo esta última un elemento esencial para que Él actúe en nuestras vidas, limpie nuestros pecados y nos extienda sus gracias
Meditación sobre Eva y María
Esta imagen de María Desatanudos es la ilustración perfecta de una meditación de San Ireneo, obispo de Lyon y mártir del siglo II, en la cual se hace una comparación entre Eva y María: “Eva, por su desobediencia, ató el nudo de la desgracia para el género humano; en cambio, María, por su obediencia lo desató.”
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