La Novena de la Divina Misericordia nos invita a poner nuestras almas entre los brazos de Jesús, nuestro salvador, con toda confianza. Durante sus apariciones a Santa Faustina, Cristo le pidió que escribiera y recitara esta novena que termina el día de la fiesta de la Divina Misericordia. Jesús le aseguró la salvación de los pecadores que se confían en su misericordia (aprende más sobre la devoción a la Divina Misericordia).
La novena nos invita a rezar cada día por un grupo de almas:
Día 1: toda la humanidad, las almas de los pecadores
Día 2: almas sacerdotales y religiosas
Día 3: las almas piadosas y fieles
Día 4: las almas de los paganos y de aquellos que aún no conocen a Jesús
Día 5: las almas de los herejes y apóstatas
Día 6: las almas dulces y humildes y las de los niños pequeños
Día 7: Las almas que honran y glorifican especialmente la misericordia de Jesús
Día 8: las almas del Purgatorio
Día 9: las almas frías
¡Todas estas almas están invitadas a experimentar la misericordia de Dios!
Cada día se recita una oración específica, seguida de un Rosario a la Divina Misericordia. Si es posible, se recomienda rezar todos los días a las 3:00 pm, la hora de la misericordia divina.
La coronilla de la Divina Misericordia se reza como un Rosario tradicional. De hecho, su contenido, el cual veremos a continuación, fue transmitido a Santa Faustina por Cristo.
Después de haber hecho la señal de la cruz, comenzamos la oración con:
Un Padre Nuestro , Un Ave María, Un Credo.
En las cuentas o perlas grandes (con las cuales se reza un Padre Nuestro en el rosario tradicional) se debe recitar: "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.”
En cada cuenta o perla pequeña (con las cuales se reza un Ave María en el rosario tradicional) decimos: “Por tu dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.”
Debemos terminar la coronilla diciendo 3 veces: “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.”
Ven a descubrir esta hermosa novena en Hozana, haciendo clic aquí y recibe cada día, durante nueve días, una breve meditación del diario de Santa Faustina y las oraciones del día.
Día 1: "Mira y ve el género humano en el estado actual." (Diario de Santa Faustina, 445)
Día 2: "Quédate en paz, Hija mía, nada puede oponerse a Mi Voluntad" (Diario de Santa Faustina, 1531).
Día 3: “Ahora vas a meditar sobre Mi amor en el Santísimo Sacramento. Aquí estoy entero para ti, con el cuerpo, el alma y la divinidad, como tu Esposo. Tú sabes lo que exige el amor, una sola cosa, es decir, la reciprocidad….” (Diario de Santa Faustina, 1770)
Día 4: “Oh, si los pecadores conocieran Mi misericordia no perecería un número tan grande de ellos. Diles a las almas pecadoras que no tengan miedo de acercarse a Mí, habla de Mi gran misericordia.” (Diario de Santa Faustina, 1396).
Día 5: “No te extrañes si a veces sospechan de ti injustamente. Yo por amor a ti, fui el primero en beber este cáliz de sufrimientos injustos.” (Diario de Santa Faustina, 289)
Día 6: "Sí, estaré siempre junto a ti si eres siempre una niña pequeña” (Diario de Santa Faustina, 295)
Día 7: “Me das la mayor gloria a través de la paciente sumisión a mi voluntad, y te aseguras méritos tan grandes que no alcanzarías ni con ayunos ni con ningunas mortificaciones.” (Diario de Santa Faustina, 904).
Día 8: “Esa alma no se conoce a sí misma, pues ¿Cómo puede emitir un juicio justo sobre otra alma?” (Diario de Santa Faustina, 1528)
Día 9: "Y el Señor me dio a conocer detalladamente el peso de la maldad de aquellas almas ingratas: Ves, he aquí un suplicio mayor que Mi muerte…" (Diario de Santa Faustina, 445)
Hay un tiempo litúrgico que ha sido dedicado para ello: la Novena a la Divina Misericordia precede la Fiesta de la Divina Misericordia, instituida por San Juan Pablo II, el 30 de abril de 2000. Esta fiesta se lleva a cabo el primer domingo después de Pascua. Por lo tanto, la novena comienza nueve días antes, es decir, el Viernes Santo.
El Domingo de la Divina Misericordia es un día de acción de gracias. En este día, los pecadores obtienen la remisión total de sus pecados al recibir los sacramentos (sacramento de la reconciliación y la eucaristía).
Sin embargo, nada nos impide rezar esta novena en cualquier momento del año, cada vez que sintamos la necesidad. Debemos recordar que para entrar totalmente en esta misericordia, además de la oración misma, también son necesarios los sacramentos. Así que es bueno terminar la novena con el sacramento de penitencia y reconciliación y la santa comunión.