El acto de contrición es una oración católica que nos permite expresar el arrepentimiento de nuestra culpa y el deseo de penitencia ante Dios. Fuertemente asociado con el sacramento de la reconciliación, se puede rezar, sin embargo, en privado o colectivamente en reconocimiento de nuestros pecados. Descubre por qué y cómo hacer acto de contrición.
“Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén."
"Dichoso el hombre que es absuelto de pecado y cuya culpa le ha sido borrada." (Salmos 32:1)
Cada pecado es una herida infligida a Cristo y se suma al fardo que debemos cargar. Reconocer las propias faltas, expresar arrepentimiento real nos permite acercarnos al Señor, experimentar su amor y su infinita misericordia y sentirnos verdaderamente libres.
Somos pecadores pero no estamos condenados a seguir siendo prisioneros de nuestros pecados. Jesús murió para redimirlos. El acto de contrición nos permite colocarnos al pie de su cruz. Por lo tanto, está íntimamente relacionado con el acto de fe, el acto de caridad y el acto de esperanza porque al pedir la gracia del perdón, también le pedimos a Dios, con fe y esperanza, la fuerza y el coraje de hacer penitencia y no cometer más este error.
"Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepienta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión" (Lucas 15:7).
El acto de contrición es parte integral del sacramento de la reconciliación y se reza al final de la confesión, antes de recibir la absolución del sacerdote. También hay:
• Oraciones para ser rezadas antes de la confesión, para ayudarnos a tomar conciencia y reconocer nuestros pecados.
• Y oraciones que se rezan después para dar gracias por el perdón recibido.
El acto de contrición también se puede rezar en otros momentos. Podemos querer hacerlo en la noche, para reconocer nuestras debilidades y defectos del día y, así, comenzar nuestra oración de la tarde con una oración de arrepentimiento. Necesitamos desarrollar la cultura del perdon cada dia y eso es posible con nuestras oraciones para pedir perdón a Dios y para perdonar.
Finalmente, al comienzo de cada Misa, se invita a toda la asamblea a reconocerse como pecadores y rezar juntos un acto de contrición con la oración del Yo pecador o Confieso a Dios.
"Señor, admito que a menudo te he ofendido. Lo lamento profundamente. ¡Te lo ruego, perdóname mis infidelidades y mis ofensas! Concédeme la gracia de nunca volver a caer en el pecado y huir de él. Sinceramente quiero reparar mis fallas y hacer penitencia."
"Perdón Dios mío, he pecado contra ti y contra mis hermanos, pero cerca de ti encontraré el perdón. Acepta mi arrepentimiento y dame la fuerza para vivir de acuerdo a tu amor."
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