Para fortalecer nuestra relación con Dios, nosotros, los cristianos, estamos llamados a tomar un tiempo de oración cotidiano. La oración realizada en la mañana, justo al levantarnos, nos hace disponibles al Señor, quien desea acompañarnos a lo largo de la jornada. Al entrar voluntariamente a la presencia de Jesús y al expresarle nuestra gratitud, nuestro corazón está listo para recibir su paz y su alegría.
He aquí, dos ejemplos de oraciones matutinas escritas por grandes santos, así como una selección de oraciones adaptadas a diferentes necesidades.
“Señor, en el silencio de este día naciente, yo vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza. Quiero ver hoy el mundo con ojos llenos de amor; ser paciente, comprensivo(a) y dulce, ver a tus hijos más allá de las apariencias, como los ves tú mismo y, así, únicamente ver el bien en cada uno de ellos. Cierra mis oídos a toda calumnia, guarda mi lengua de toda maldad; que sólo las palabras que bendicen reposen en mi espíritu. Que yo sea tan benevolente y tan alegre que todos aquellos que se me acerquen sientan tu presencia. Oh Señor, revísteme de tu belleza y que a lo largo de este día yo te revele. Amén.”
“Mi Dios, te ofrezco todas las acciones que voy a hacer hoy según las intenciones del Sagrado Corazón de Jesús y sólo para su gloria; quiero santificar los latidos de mi corazón, mis pensamientos y mis obras, por más insignificantes que sean, uniéndolos a sus méritos infinitos y reparar mis faltas lanzándolas al inmenso horno de tu amor misericordioso.
¡Oh Dios mío! te pido para mí y para mis seres queridos, la gracia de cumplir con toda perfección, tu santa voluntad y aceptar por tu amor las alegrías y las tristezas de esta vida pasajera, para que un día estemos reunidos en el Cielo por toda la eternidad. Amén.”
El formato de la oración de la mañana es libre: puede ser espontánea, recitada, cantada… Si esto ayuda, también nos podemos apoyar en oraciones ya existentes: la tradición católica está colmada de bellas oraciones de la mañana escritas por santos y contemporáneos, y determinados textos y versículos de la biblia pueden igualmente ayudarnos. Podemos orar a partir de la oración escogida, tomar un tiempo de silencio para hacerla descender a nuestro corazón y dirigir algunas palabras espontáneas a Dios.
Entre las numerosas oraciones matutinas existentes, es posible encontrar una para cada necesidad y cada sensibilidad espiritual. A continuación, por ejemplo:
A través de la oración, Dios transforma nuestros corazones y puede cambiar el mundo. Todos estamos personalmente invitados por Cristo a acogerlo en nuestras vidas cada día, confiarle nuestras acciones y dejarnos tocar por su gracia.
Hozana ayuda a cada persona a progresar en su vida de oración. A algunos, Hozana les permite descubrir o redescubrir el gozo de la oración, el gozo de un auténtico encuentro cotidiano con Jesús de corazón a corazón. A otros, les permite ejercitarse en la fidelidad y en la constancia de la oración, así como un atleta aprender a ser fiel a cada una de sus sesiones de entrenamiento.
Así que, ¡ahora es cuando! Únete a tu primera comunidad de oración y encuentra,cada mañana, en tu rincón de oración de Hozana, contenido enriquecedor para acercarte a Dios y crecer en santidad. Por ejemplo, puedes:
¡Ven y reza con nosotros ahora mismo!