Las oraciones del Padre Nuestro, el Ave María, el Credo, etc. hacen parte de las principales oraciones que los cristianos rezan más en todo el mundo. Sin embargo, existen otras oraciones que podemos hacer, solos o en comunidad, para presentar nuestras intenciones al Señor y darle gracias.
A continuación, una lista de oraciones para descubrir o volver a recitar, las cuales te permitirán enriquecer tu práctica de la oración. Estas oraciones son muy variadas: hay oraciones para rezar a la Santísima Virgen, para rezar con los santos, hay oraciones cortas, oraciones tradicionales… ¡Ven a descubrirlas todas!
Muchas oraciones son comunes a todos los cristianos, ya sean católicos, ortodoxos o protestantes. Estas oraciones nos permiten recordar que todos somos hermanos en Cristo y que esta es nuestra verdadera identidad. Aquí hay algunos ejemplos:
La oración, cuando se dice con fervor y confianza, nunca queda sin respuesta del Señor. De nosotros depende tener un corazón paciente y confiado para saber discernir la obra de Dios en nuestras vidas y para acoger sus gracias. Por eso, podemos poner nuestras intenciones al pie de la Cruz, sin importar su naturaleza o complejidad. A continuación, y algunas oraciones para ayudarnos a dejar que el aliento divino de Dios entre en nuestros corazones y en nuestras vidas:
La oración de abandono de Charles de Foucauld “Padre mío, me abandono a ti.”
Las oraciones de la mañana para ofrecer tu día a Dios y dejar que trabaje a través de nosotros.
La oración al Espíritu Santo Veni Sancte Spiritus.
La Virgen María, Reina de los ángeles, santa principal, madre de Cristo... es rezada por muchos cristianos alrededor del mundo.
Además de las oraciones tradicionales a la Virgen María, como el Ave María, el Salve Regina, el Magnificat, etc. también puedes rezarle de otras formas:
A través de las letanías, con las letanías de la Santísima Virgen.
Con el rosario, especialmente a través de la hermosa oración del rosario.
A través de novenas, por ejemplo, la novena a la Inmaculada Concepción, o la novena a María Desatanudos.
Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, Nuestra Señora de Lourdes, Nuestra Señora de Fátima... Descubre aquí las hermosas novenas y retiros en línea a la Virgen María que Hozana te ofrece.
En nuestras oraciones, podemos pedir la intercesión de los santos para que recen por nosotros y con nosotros al Señor nuestro Dios. Algunos santos tienen "especialidades", y pueden ayudarnos muy eficazmente en nuestras dificultades relacionales, profesionales, espirituales o materiales.
Antes que nada, recemos a San José, el padre adoptivo de Jesús y patrono de los trabajadores. Él es el santo en quien podemos confiar nuestras preocupaciones de trabajo y de vivienda. Podemos pedirle que lleve nuestras oraciones a Jesús, su hijo adoptivo, a través de la hermosa oración del Dios te salve José.
San Antonio de Padua, que puede ayudarnos con nuestros problemas del corazón.
San Miguel Arcángel, por nuestras luchas internas.
También podemos rezar a Santa Rita de Casia, patrona de las causas desesperadas, a Santa Teresita, San Judas, San Expedito, San Cristóbal, Santa Bernardita... ¡Todos ellos están dispuestos a acompañarnos y a llevarnos en sus oraciones!
Descubre las comunidades de oración en torno a los santos de Hozana: San Ignacio de Loyola, Santa Ana, San Agustín, y muchos otros ¡Ven a descubrirlas!
No se necesita hacer largas oraciones, con formulaciones complicadas para confiar en Dios. La oración es un diálogo diario, a corazón abierto, tan sencillo y verdadero como cuando un hijo habla con su padre. ¿Sabes? Dos o tres palabras, dichas con amor, forman una oración. Este es el caso de las oraciones jaculatorias o incluso de un silencio, cuando estamos en recogimiento y hacemos una oración.
También podemos dar gloria a Dios con el Gloria al Padre (Gloria Patri), una oración, corta pero esencial, a la Santísima Trinidad.
También hay oraciones cortas para rezar por la mañana o por la noche, antes de ir a la cama.
Con esta comunidad de Hozana, podemos recibir una hermosa oración para establecer fácilmente este diálogo con el Padre.
Las celebraciones de la iglesia son una oportunidad para rezar juntos: "Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos." (Mateo 18:20).
Durante las misas, la plegaria eucarística para consagrar el pan y el vino nos permite revivir la Última Cena y prepararnos para recibir juntos el cuerpo y la sangre de Cristo derramados por nosotros.
La oración universal o de los fieles, que se dice en cada celebración o misa, permite tener una comunión de oración en torno a las intenciones por la Iglesia y el mundo.
También rezamos juntos en las celebraciones de la iglesia como el bautismo, el matrimonio, con la oración de los esposos y en los funerales con una oración por los difuntos.