La Virgen María eligió a Bernardita Soubirous, una joven sencilla y humilde, para aparecérsele en Lourdes, en varias ocasiones, en el año de 1858. De hecho, la Virgen se le presenta como la Inmaculada Concepción. Un tiempo después, Bernardita se unió a las hermanas de la Caridad de Nevers y se puso al servicio de los pobres y los enfermos. A pesar de ser una joven pobre, luego que la Virgen María la eligió entre todas las demás, ella supo hacer de su pobreza una verdadera riqueza: “Este me basta… Sólo Jesús por riqueza.” (Sor Bernardita).
De hecho, entre las oraciones católicas, se pueden encontrar muchas oraciones a la Virgen de Lourdes.
“Para poner en tus pasos mis pasos demasiado vacilantes,
por favor, Bernardita, préstame tus zuecos.
Son para mí un símbolo de buen sentido a la vez que
de espíritu de pobreza y de sencillez.
Sabes bien que, por desgracia, todo esto me falta.
Por favor, Bernardita, préstame tus zuecos.
Ibas a recoger la leña que se convierte en llama
y reúne a las personas reconfortándolas.
Para que también yo pueda calentar a quienes buscan,
sea sonrisa o palabra o silencio o sostén,
Por favor, Bernardita, préstame tus zuecos.
Y si son demasiado pequeños, que me hagan humilde.
Que camine sabiendo que soy limitada,
con pasitos, caídas, y « vueltas a levantar ».
Por favor, Bernardita, préstame tus zuecos.
Para proseguir el camino de confianza de María,
para descubrir el Agua Viva ofrecida a los sedientos,
para acudir al banquete al que Jesús nos invita
para compartir su palabra y su pan,
por favor, Bernardita, préstame tus zuecos.
Para ir hacia el Padre que me espera y me quiere,
para entrar en la fiesta al final del camino,
después de haber caminado, llevando mis alegrías, mis penas,
pidiéndote que me dieras la mano,
por favor, Bernardita, préstame tus zuecos.”
"Si, Madre querida,
tu te has abajado hasta la tierra para aparecerte a una débil niña.
Tu, reina del cielo y la tierra,
has querido servirte de lo que había de mas humilde según el mundo".
“Oh Jesús, dadme os ruego el pan de la humildad,
el pan de la obediencia,
el pan de la caridad,
el pan de fuerza para romper mi voluntad y fundirla en la vuestra…
el pan de la paciencia para soportar las penas que mi corazón sufre…
el pan de no ver sino a vos sólo en todo y siempre”
Alinea tus pasos a los de los santos uniéndote a esta comunidad de oración. De esta manera, podrás conocer las virtudes de muchos santos y beatos y seguir su ejemplo de bondad y entrega.
Además, puedes ofrecer una novena a la Virgen de Lourdes y recibir cada día, durante nueve días, una meditación y una oración para nuestra Santísima Madre del Cielo. Recuerda que Nuestra Señora de Lourdes es la patrona de los enfermos, así que puedes rezarle por la salud física, mental y espiritual tuya o de un ser querido.