Esta oración católica, es la que reza el sacerdote para la consagración del pan y el vino durante la misa. Generalmente se reza entre el ofertorio y la oración del Padre Nuestro. De hecho, constituye una oración central en el rito católico, pues sirve de preparación para el sacramento de la Eucaristía, permitiendo a los fieles formar un solo cuerpo con Cristo.
Esta oración es el centro de la misa, pues conmemora la última cena, es decir, la última comida de Jesús con sus apóstoles antes de su pasión y muerte. Esta oración permite a los fieles recordar el sacrificio de Cristo por todas las personas y unirse a la ofrenda.
Además de tener una función conmemorativa, esta oración es fundamental en el rito católico, puesto que, a través de estas palabras, el sacerdote invoca al Espíritu Santo para permitir la transubstanciación, es decir, la transformación del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. Por esta razón, los católicos creen que la presencia de Cristo es real en la hostia consagrada y practican la adoración eucarística.
Existen varias formas de oraciones eucarísticas:
La Plegaria Eucarística 1 -canon romano- es la oración que ha sido utilizada por la Iglesia desde finales del siglo IV.
Desde el Concilio Vaticano II, el misal romano ha sido enriquecido con otras tres oraciones eucarísticas (plegarias eucarísticas 2, 3 y 4). Aunque la formulación y la longitud difieren, las estructuras siguen siendo en general idénticas.
El prefacio y su diálogo introductorio :
"El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario."
Una alabanza más o menos elaborada;
La epíclesis o invocación al Espíritu Santo para la consagración de las ofrendas;
El relato de la última cena o consagración;
La anámnesis o llamado a hacer memoria del Señor,
La epíclesis post-consecratoria o llamado al Espíritu Santo para la santificación del Cuerpo místico;
Las intercesiones,
La doxología final “Per Ipsum”,
El Amén de los fieles.
También existen otras oraciones eucarísticas más específicas: por la reconciliación, para circunstancias especiales, para asambleas con niños, etc.
La misa está enmarcada por oraciones que el sacerdote o la asamblea recitan: oraciones penitenciales, de alabanza, santificación, la oración común de la asamblea, etc. Estas oraciones preparan nuestros corazones para recibir la Palabra y la comunión.
Confiteor (el yo pecador)
Oración de apertura (o colecta)
Credo (creo en Dios)
Plegaria eucarística
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