Las letanías de la Santísima Virgen María son también conocidas como las Letanías Lauretanas o Letanías de Loreto. Dicho nombre proviene del pueblo italiano en cuyo santuario se usaron por primera vez estas letanías. En ellas, se invoca a María a través de sus diversas virtudes y títulos de honor. Recitarlas nos acerca a nuestra madre celestial y, a través de ella, a su hijo Jesucristo; además de esto, nos recuerda a qué punto María es un ejemplo, una esperanza y un refugio para todos los católicos.
“Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial,
ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios.
Santa María,
ruega por nosotros:
Santa madre de Dios,
Santa virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la iglesia,
Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del creador,
Madre del salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta al cielo,
Reina del Santo rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Otra oración:
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y cruz, seamos llevados a la gloria de su resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.”
Las letanías de Loreto datan del siglo XV y forman parte de la devoción a María. Fueron escritas por el cardenal Savelli y aprobadas por Sixto V en 1587.
A menudo, estas letanías se recitan en el mes de octubre, mes de la Virgen. Una de las muchas formas de tocar el corazón de la Santa Madre de Dios es recitando el Rosario seguido de estas letanías. A través de estos rezos, Ella nos toma de la mano y nos lleva hacia su hijo.
Existen muchas otras oraciones a la Virgen.
María, la madre de la iglesia, está ahí para guiarnos. Encomienda tu corazón a la santísima Virgen y déjate envolver por su dulzura con estas diferentes comunidades:
Reza con la comunidad “Los 5 Minutos de María” a nuestra madre del cielo, para unirnos poco a poco en el amor a María.
Haz una oración a Nuestra Señora de Lourdes, y pide que con su intercesión nos sea concedida la gracia de la sanación física, emocional y espiritual.
Haz la Novena a la Virgen María Desatanudos y deja que obre maravillas en nosotros y nos ayude a sortear nuestros problemas de la vida terrenal y espiritual.