El Espíritu Santo, junto al Padre y el Hijo, constituyen La Santísima Trinidad Cristiana; de hecho, ¡Él es la tercera persona de la Trinidad! Además, este soplo divino, que Jesús nos prometió y Dios el Padre envió nos es entregado a través del bautismo, y puede transformar nuestras vidas si nos dejamos guiar por Él. Las letanías al Espíritu Santo, que están basadas en el modelo de las letanías de los santos, nos permiten rezarle recordando las gracias y los dones que podemos esperar de Él.
“Señor ten piedad de nosotros.
Cristo ten piedad de nosotros.
Señor ten piedad de nosotros.
Padre omnipotente, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo eterno del Padre y redentor del mundo, sálvanos.
Espíritu del Padre y del Hijo y amor infinito del uno y del otro santifícanos.
Trinidad santísima, óyenos.
Espíritu Santo que procedes del Padre y del Hijo, ven a nosotros.
Promesa del Padre, ven a nosotros
Don de Dios altísimo, ven a nosotros.
Rayo de luz celeste, ven a nosotros.
Fuente de agua viva, ven a nosotros.
Espíritu de amor y de verdad, ven a nosotros.
Fuego abrasador, ven a nosotros.
Autor de todo bien, ven a nosotros.
Unción espiritual, ven a nosotros.
Caridad ardiente, ven a nosotros.
Espíritu de sabiduría, ven a nosotros.
Espíritu de consejo y de fuerza, ven a nosotros.
Espíritu de ciencia y de piedad, ven a nosotros.
Espíritu de temor del Señor, ven a nosotros.
Espíritu de gracia y de oración, ven a nosotros.
Espíritu de paz y de dulzura, ven a nosotros.
Espíritu de modestia y de inocencia, ven a nosotros.
Espíritu consolador, ven a nosotros
Espíritu santificador, ven a nosotros
Espíritu que gobiernas la Iglesia, ven a nosotros
Espíritu que llenas el universo, ven a nosotros
Espíritu de adopción de los hijos de Dios, ven a nosotros
Espíritu Santo imprime en nosotros el horror al pecado, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo ven a renovar la faz de la tierra, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo derrama tus luces en nuestra inteligencia, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo graba tu ley en nuestros corazones, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo enciéndenos en el fuego de tu amor, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo ábrenos el tesoro de tus gracias, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo enséñanos a orar como se debe, te rogamos ,óyenos.
Espíritu Santo ilumínanos con tus inspiraciones celestiales, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo concédenos la única ciencia necesaria, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo inspíranos la práctica de las virtudes, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo haz que perseveremos en tu justicia, te rogamos, óyenos.
Espíritu Santo sé tú mismo nuestra recompensa, te rogamos, óyenos.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Envíanos tu Espíritu Santo.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Derrama en nuestras almas los dones del Espíritu Santo.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Infúndenos el Espíritu de sabiduría y devoción.
Ven Espíritu Santo, llena de tus dones los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y todo será creado. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos: Oh Dios que con la luz del Espíritu Santo, enseñaste a los fieles la verdad, concédenos conocerla en el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consuelos celestiales, por Jesucristo nuestro Señor. Así sea.
Consagración: Oh Espíritu Santo, recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, dígnate ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza y el amor en mi corazón. Yo me abandono sin reserva a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones. Oh Espíritu Santo, transfórmame con María y en María, en Cristo Jesús para gloria del Padre y salvación del mundo. Amén.”
Hay muchas otras oraciones al Espíritu Santo. Algunas oraciones son muy conocidas y a la mayoría de cristianos les gustan mucho. Por ejemplo, tenemos el veni creator y el veni sancte spiritus.
Este consolador, que Jesús nos prometió, viene a purificarnos, fortalecernos y liberarnos. Para ello, nos envía sus siete dones y nos guía hacia el Reino de Dios.
“Después de todo el Reino de Dios no es cuestión de comida o de bebida, sino de justicia, de paz y de gozo en el Espíritu Santo.” (Romanos 14:17)
Entra en la intimidad del Espíritu Santo y descubre todo lo que Él puede darte. Hozana tiene para ti diversas comunidades de oración al Espíritu Santo con las cuales podrás conocerlo mejor y dejarlo que te llene de su presencia. Aquí encontrarás algunas de ellas:
Comunidad “Los cinco minutos del Espíritu Santo”
Novena al Espíritu Santo y Novena al Espíritu Santo - meditando.
Únete, y deja que Él haga un lugar en tu corazón y lo habite.