La novena a la Inmaculada Concepción es la novena principal de preparación para la fiesta de la Inmaculada Concepción. ¡La Inmaculada Concepción es un misterio tan grande que nueve días no son suficientes para contemplarla! Sin embargo, el tiempo dedicado a la novena permite que nuestros corazones se preparen para celebrar con alegría la primera gran fiesta mariana del año litúrgico. Esta novena mariana, que ha sido fomentada y bendecida por la Iglesia, se reza cada año en todo el mundo, del 30 de noviembre al 8 de diciembre.
Es posible rezar esta novena, sencilla y rápida, en cualquier momento del año. Esta novena nos permite preparar mejor nuestros corazones para recibir a Cristo, ya que durante la novena se hace una confesión, y el último día se celebra el sagrado sacramento de la Eucaristía.
De hecho, cada día, durante nueve días, podemos rezar:
La oración a la Inmaculada Concepción del Padre Pío:
"Madre mía, infunde en mí aquel amor que ardía en tu Corazón por Él; en mí, que, cubierto de miserias, admiro en Ti el misterio de Tu Inmaculada Concepción y que ardientemente deseo que, por ese misterio, purifiques mi corazón para amar a mi Dios y a tu Dios; mi mente para elevarme hasta Él y contemplarlo, adorarlo y servirlo en espíritu y verdad; el cuerpo para que sea su tabernáculo manos indigno de poseerlo cuando se digne venir a mí en la Santa Comunión."
Posteriormente, repite tres veces la invocación a la Inmaculada Concepción: "Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti".
La Fiesta de la Inmaculada Concepción, al igual que las otras fiestas litúrgicas principales, generalmente se prepara con una gran novena. El origen de la novena a la Inmaculada Concepción no está claro. Se sabe que las primeras novenas se rezaron antes de la promulgación oficial del dogma. Esta novena, que se lleva a cabo del 30 de noviembre al 8 de diciembre, se acompaña de una imagen y de una oración específica. De hecho, es una novena ampliamente divulgada que reúne varios cientos de miles de fieles en todo el mundo.
Hozana te invita a vivir esta novena en línea, uniéndote a través del siguiente vínculo.
Todos los días, estamos invitados a:
Leer la meditación del día
Rezar la oración de la novena
Imitar a María a través de sus síes.
Día 1 - abandonarse a sí misma para pronunciar Sí
Día 2 - comprometer su SÍ
Día 3 - ¡decir SÍ da felicidad!
Día 4 - tomarse el tiempo para pronunciar el SÍ
Día 5 - el SÍ a prueba del tiempo
Día 6 - responder al llamado
Día 7 - encontrar la esperanza en lo incomprensible
Día 8 - apoyar su SÍ en el Espíritu Santo
Día 9 - ¡gracias, María!
“Virgen y Madre María,
tú que, movida por el Espíritu,
acogiste al Verbo de la vida
en la profundidad de tu humilde fe,
totalmente entregada al Eterno,
ayúdanos a decir nuestro «sí»
ante la urgencia, más imperiosa que nunca,
de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.
Tú, llena de la presencia de Cristo,
llevaste la alegría a Juan el Bautista,
haciéndolo exultar en el seno de su madre.
Tú, estremecida de gozo,
cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.
Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
para que llegue a todos
el don de la belleza que no se apaga.
Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,
madre del amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,
para que ella nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por instaurar el Reino.
Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
¡Amén! ¡Aleluya!”
-Papa Francisco, 2013
En Francia, la Virgen María decidió revelar su Inmaculada Concepción en dos ocasiones diferentes, en Lourdes, en la gruta de Massabielle y en París, en la"rue du bac"
Otra forma de rezar la Inmaculada Concepción es a través de la novena a la Virgen de Lourdes, quien se le apareció a Santa Bernardita en Lourdes (Francia) y quien se identificó a sí misma como la "Inmaculada Concepción".
Encuentra en Hozana, una hermosa novena en línea a Nuestra Señora de Lourdes.
Cuando la Virgen se le apareció en París a Santa Catalina Labouré, le enseñó esta súplica: "Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti”. María Inmaculada nos invitó a rezarle para obtener las gracias que ella está dispuesta a darnos. Por lo tanto, podemos rezarle una novena a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
Además, Hozana te propone unirte en línea a otros oradores de Hozana, para vivir juntos este tiempo de novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa.