Entre los distintos tipos de rosario que existen, se encuentra un rosario especial que nos permite meditar sobre los siete dolores de la Virgen María desde el nacimiento hasta la sepultura de Cristo.
Se trata de un rosario especial con 7 decenas y medallas de la Virgen, que se puede comprar en librerías religiosas.
La devoción a la Virgen de los Dolores comenzó con Santa Brígida de Suecia. Ésta prometió a Santa Brígida sus gracias para todas aquellas personas que meditaran los siete dolores por los que ella pasó. A partir de 1600, la devoción se hizo cada vez más popular. Luego, en su aparición en Ruanda, la Virgen habló de este rosario de manera explícita: le dijo a la vidente: "Lo que te pido es que te arrepientas. Si rezas este rosario, meditándolo, tendrás la fuerza para arrepentirte". Así que este rosario nos permite cambiar nuestros corazones y es, por lo tanto, un beneficio espiritual importante, porque todos estamos llamados a cambiar nuestros corazones y a caminar por los caminos de la santidad.
Se puede comenzar con una señal de la Cruz y luego leer:
La oración introductoria : “Dios mío, te ofrezco este rosario en honor de los siete dolores principales de la Santísima Virgen María, Corredentora, para tu mayor gloria, por nuestra conversión y la de todos los hombres a tu amado Hijo, Jesucristo, nuestro único Redentor y nuestro único camino para llegar a ti, en unión con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén”.
Y rezar:
El acto de contrición: “Dios mío, siento mucho haberte ofendido, porque eres infinitamente bueno, infinitamente bondadoso, y el pecado te desagrada; me propongo firmemente, con la ayuda de tu santa gracia, no ofenderte más y hacer penitencia. Amén”.
«"Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: “Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel”. Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: “Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, y una espada te atravesará el alma a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones."» (Lucas 2, 22-35)
«"Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levantate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo."» (Mateo 2:13)
"Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? ¡Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados!" (Lucas 2:46-48)
La tradición nos enseña que la Virgen María se encontraba en el mismo camino de Jesús hacia el monte Gólgota y que ambos se encontraron. Sin embargo, ningún versículo de los Evangelios lo menciona.
Antes de continuar el rosario, se puede guardar un momento de silencio.
"Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena". (Juan 19:25)
"Este compró una sábana, bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro". (Marcos 15:46)
"Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie había sido sepultado. Era el día de la Preparación, y ya comenzaba el sábado. Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado”. (Lucas 23, 53-55)
El Rosario de los Siete Dolores se reza especialmente durante la Cuaresma porque recuerda un cierto número de acontecimientos vividos por María y Jesús en el momento de la Pasión. Es un rosario que podemos meditar durante los viernes de Cuaresma, para ayudarnos a tomar plena conciencia de lo que sucede el Viernes Santo.
En Hozana puedes encontrar varias comunidades de oración para que aprendas a rezar el rosario. Por ejemplo:
Además, puedes descargar la aplicación Rosario que te ayudará a meditar el rosario a través de los diferentes misterios cada día.