En la Biblia, el libro de los salmos evoca poéticamente los grandes impulsos del alma que la humanidad ha tenido desde el inicio de los tiempos. Orar con los salmos nos permite encontrar las palabras para tocar el corazón de Dios, ya sea cuando queramos alabar al Señor, darle gracias, o para pedirle liberación o protección.
Descubre el salmo de David Domine exaudius, el cual nos enseña que nuestra libertad más profunda vendrá al tener una gran devoción a Dios y al entregarle nuestra voluntad a Él. Además de esto, los 7 salmos de liberación nos recuerdan que Dios es nuestro refugio y que nada puede pasarnos si nos resguardamos en Él.
"Señor, escucha mi oración,
atiende a mi plegaria;
respóndeme, por tu fidelidad y tu justicia.
No llames a juicio a tu servidor,
porque ningún ser viviente es justo en tu presencia.
El enemigo me persiguió a muerte,
aplastó mi vida contra el suelo;
me introdujo en las tinieblas,
como a los muertos de hace muchos años.
El aliento se extingue en mi interior,
mi corazón desfallece en mi pecho.
Me acuerdo de los tiempos pasados,
medito todas tus acciones;
considero la obra de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
suspiro por ti como tierra reseca.
Respóndeme en seguida, Señor,
porque estoy sin aliento.
No me ocultes tu rostro,
para que yo no sea como los que bajan a la fosa.
Que yo experimente tu amor por la mañana,
porque confío en ti;
indícame el camino que debo seguir,
porque a ti elevo mi alma.
Líbrame, Señor, de mis enemigos,
porque me refugio en ti;
enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios.
Que tu espíritu bondadoso me conduzca
por una tierra llana.
Por amor de tu nombre, Señor,
consérvame la vida.
Por tu justicia, sácame del peligro;
por tu fidelidad, destruye a mi enemigo;
aniquila a mis opresores,
porque yo soy tu servidor.”
A veces se hace referencia a los siete salmos de liberación, así como también se habla de los siete salmos penitenciales, ya que ambos contienen siete salmos. Los salmos de liberación son los siguientes: salmo 23, salmo 30, salmo 121, salmo 125, salmo 126, salmo 127, salmo 91.
(Importante: la numeración puede cambiar según las traducciones de las biblias).
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