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Oración milagrosa para la salud

Oración milagrosa para la salud

Entre los santos cristianos, hay muchos santos sanadores, a los cuales se les atribuyen milagros de sanación. Por ejemplo, tenemos a Santa Rita de Casia, la "santa de lo imposible", San Expedito, "santo patrono de las causas urgentes",  y a San Antonio de Padua, el "santo de los milagros". No es una cuestión de magia; estos santos, por la pureza de sus corazones, por su gran fe y por su entrega a la voluntad de Dios, han obtenido el don de la sanación de las manos de Dios. Cuando oramos por la sanación de un ser querido, o la de nosotros mismos, tomemos el ejemplo de la gran piedad de estos santos y pidamos su intercesión ante el Señor.

Dos oraciones de sanación a los santos sanadores milagrosos

Oración a Santa Rita, santa de lo imposible

“Amorosa y piadosa Santa Rita de Casia, amada hija de Cristo y madre mía. Tú que has atesorado el amor del Todopoderoso desde muy niña, te hiciste por tu entrega y sufrimiento merecedora de su gracia. Hoy quiero ofrecerte mi vida, para que por medio de tu mano sanadora, me concedas la sanación de mi cuerpo y me liberes de la terrible enfermedad que padezco. Solo tú tienes el poder que viene de lo alto, para devolver a mi cuerpo el vigor y la vitalidad que necesita, para continuar mi obra en este mundo. Dame, impoluta madre la fuerza que necesito para soportar los tratamientos que han de aplicar en mi cuerpo. Y así como devolviste la salud a aquel hombre desahuciado, se haga en mí tu obra, y pueda erguirme nuevamente para venerarte. Santa Rita amada esposa de Dios, aboga por mí ante el Altísimo. Con tu dulce voz eleva hasta su oído mis súplicas para que en la magnificencia de su amor, esta enfermedad desaparezca de mi cuerpo entero. Santa Rita bendita, permíteme a través de la pureza de tu estigma, tener la salud que tanto deseo. No te pido nada más que la completa salud de mi cuerpo. Porque quiero vivir y ser testigo de tu misericordia en mi vida. Desde este momento y para siempre te estaré agradecido pues sé, que no has de abandonarme en tan duro momento. Confío plenamente en tu bondad. Esperaré paciente en la paz que proviene de tu mirada y del amor del Padre. Hasta que los médicos me digan que he sanado y seguro estaré, que fue por tu mano. Seré tu leal servidor desde ahora y hasta después de mi muerte. Bendita y alabada seas por siempre tú mi purísima Santa Rita. Amén.”

Oración a San Antonio de Padua, el santo de los milagros

“Oh Santo San Antonio, el más gentil y amable

de los santos, tu ardiente amor por Dios, tu

virtud exaltada y tu gran caridad hacia tus

semejantes, te hicieron digno, cuando en la

tierra poseían poderes milagrosos como los

que no se dieron a ningún otro santo.

Milagro espero en tu palabra, y esa palabra

que siempre estabas listo para hablar a

petición de los que estaban en problemas.

La ansiosa oración de la amarga prueba nunca

fue dirigida a ustedes en vano.

A los enfermos le devolviste la salud;

restableció lo que se perdió; el dolor afligido

eran los objetos de su tierna compasión;

incluso los muertos que resucitó a la vida

cuando el corazón herido gritó a usted desde

las profundidades de su amarga angustia.

Cuando en la tierra nada era imposible contigo, excepto no tener compasión de los

que estaban afligidos.

Alentados por este pensamiento, y convencidos de la eficacia de vuestra santa

intercesión, nos arrodillamos ante vuestra santa imagen, y llenos de confianza, os

imploramos que obtengas para nosotros (aquí mencionas tu petición).

La respuesta a esta, nuestra oración, puede requerir un milagro. Aun así, ¿no eres el

Santo de los Milagros, quien, cuando estaba en la tierra, no tenía más que hablar

de las maravillas más poderosas que se habían hecho?

Oh gentil y amoroso san Antonio, cuyo corazón estaba siempre lleno de simpatía

humana, susurra nuestra oración a los oídos del Niño Jesús, que amaba

permanecer en tus brazos.

Se concederá una de sus palabras y nuestra oración. ¡Oh, habla, pero esa

palabra y la gratitud de nuestro corazón serán todas las tuyas!

Amén.”

Además de esta, encuentra la oración milagrosa a San Antonio de Padua.


Otras oraciones milagrosas

Hay muchas oraciones que se consideran milagrosas o infalibles. Es importante que se recen de manera especial, con todo nuestro corazón, con fervor y con toda nuestra confianza en Dios… ¡No olvides que los designios de Dios son impenetrables! 

"La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene, nada le falta." (Santa Teresa de Ávila).

¡Reza con Hozana a la Virgen María, para que haga milagros de sanación

 Tantos milagros han sucedido gracias a las oraciones a la santísima Virgen. Entrégate a ella y confía en nuestra  madre, a quien Dios no puede negar nada:

Association Hozana - 8 rue du Palais de Justice, 69005 Lyon

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