Los 4 beneficios espirituales del ayuno

Si bien es cierto que el ayuno puede ser beneficioso para la salud y puede practicarse con fines terapéuticos, el ayuno religioso también es muy beneficioso en todos los aspectos de nuestra vida, tanto físico, como mental y espiritual. Más que una simple dieta, el ayuno religioso va acompañado de la oración y la limosna, lo que nos permite sincerarnos y acercarnos a los demás y a Dios. Por esta razón, muchas religiones lo han practicado por mucho tiempo. Pero, ¿por qué debemos ayunar? ¿Cómo puede ser beneficioso el ayuno para un cristiano?

Descubramos todo esto a partir de algunos elementos del Catecismo de la Iglesia Católica. Al final de esta lectura, te invitamos a descubrir otras preguntas y respuestas sobre la vida cristiana.

Primer beneficio del ayuno cristiano: Despojarse, liberarse.

La práctica del ayuno nos permite concientizarnos de ciertos excesos en nuestra vida, ya sean alimenticios o de otro tipo. Por ejemplo, podemos sentir la necesidad de ayunar para abstenernos de las redes sociales, las pantallas, los paseos, etc. Esta privación parcial o total, durante un periodo de tiempo determinado, nos invita a desprendernos de las cosas, del mundo y de lo material. 

Además, el ayuno cristiano nos permite volver a descubrir los beneficios de una auténtica austeridad, de una sobriedad muy alejada de la sociedad actual; así como nos lo recordaba el papa Juan Pablo II: El ayuno nos puede ayudar a no dejarnos atrapar por esta cultura del consumismo. 

Por último, el ayuno, elegido libremente y no vivido bajo presión y sentimiento de culpa, nos libera de nuestros yugos; de hecho, eso es exactamente lo que Dios quiere para nosotros: “Este es el ayuno que yo amo –oráculo del Señor–: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos” (Isaías 58:6)

Segundo beneficio del ayuno cristiano: Purificarse y fortalecerse

Para los cristianos, el ayuno está unido a la oración y al compartir. Se trata, pues, de una "limpieza profunda" en todos los sentidos. En la tradición hebrea, el ayuno tiene también un sentido de purificación. Como lo mencionó Benedicto XVI: “Ayunar es, en primer lugar, una “terapia” para curar todo lo que les impide conformarse a la voluntad de Dios”. Es decir, el ayuno es un llamado a la conversión y al reencuentro con Dios; es por eso que la Iglesia católica invita a los fieles a ayunar en los dos días de penitencia, como el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo; así como lo estipula el numeral 2043 del Catecismo de la Iglesia Católica: “El cuarto mandamiento («abstenerse de comer carne y ayunar  en los días establecidos por la Iglesia») asegura los tiempos de ascesis y de penitencia que nos preparan para las fiestas litúrgicas y para adquirir el dominio sobre nuestros instintos, y la libertad del corazón” (nº 2043).

Por último, la práctica del ayuno nos hace más fuertes en la guerra espiritual de la que todos tenemos que librar (Consulta los versículos de la Biblia sobre la guerra espiritual), así como lo mencionó San Atanasio: "El ayuno repele a los demonios y expulsa los pensamientos malsanos. Aclara la mente y purifica el corazón. Santifica el cuerpo y lleva al hombre al trono de Dios. “El ayuno es una gran fuerza". Entre otras cosas, alimenta la virtud de la templanza en el que ayuna. 

Tercer beneficio del ayuno cristiano: Reorientarse, unificarse.

Cuando ayunamos, todo nuestro ser está en oración: Cuerpo, alma y espíritu, y se dispone conforme a la intención que tengamos (penitencia, restauración, ofrenda, petición, etc.). Por lo tanto, el ayuno nos ayuda a enfocarnos y a cuidar más de nuestro cuerpo, nos tranquiliza y nos permite reconocer mejor cuáles son nuestras tentaciones y nuestros deseos profundos, ya que nos encamina hacia lo primordial, que es Dios para que sea el centro de nuestra vida.

Cuarto beneficio del ayuno cristiano: Resplandecer

El ayuno no debe verse como un recogimiento personal, ya que aunque este puede ser una oportunidad para un tiempo de retiro y de intimidad profunda, siempre debe estar enfocado en los demás. De ahí la importancia de compartir tanto en lo material como en lo espiritual, a través de nuestras peticiones de oración. 

Por lo anterior, el ayuno debe permitirnos acercarnos a los demás, así como continúa el pasaje del libro de Isaías: “Este es el ayuno que yo amo –oráculo del Señor–: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne. Entonces despuntará tu luz como la aurora, y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia, y detrás de ti irá la gloria del Señor”. (Isaías 58: 6-8) (Descubre otros versículos de la Biblia sobre el ayuno).

Por último, el ayuno, realizado por un deseo de conversión y de acercamiento a Dios, proporciona muchos otros frutos del espíritu, que cada persona verá crecer en el fondo de su corazón.

¡Descubre los beneficios de la oración con Hozana!

No importa cómo oremos, la oración cambia nuestras vidas, nuestra relación con el mundo, con los demás y con nosotros mismos.

Cada uno de nosotros puede experimentar este magnífico cambio. Con Hozana, la primera red social cristiana de oración, puedes descubrir diferentes maneras de cultivar tu vida interior a través de la oración. Por ejemplo: 

Alimentándote cada día con lo más esencial: La Palabra de Dios, eligiendo recibir cada mañana el Evangelio con un comentario o el versículo del día

Además, Hozana te ofrece diferentes comunidades en línea que te acompañarán en la oración durante tu tiempo de ayuno, ya sea en la Cuaresma o en cualquier otro momento del año. Por ejemplo: 

  1. Este retiro “40 días para limpiar el corazón con arte y oración”, para trabajar en los sentimientos y emociones mediante el arte y la oración, buscando la limpieza del corazón.
  2. Este retiro “7 actitudes para acercarte a Dios a la Luz de San Agustín”, para recibir diariamente una hermosa y sencilla meditación sobre 7 actitudes que podrás aplicar en tu vida, inspiradas en las enseñanzas y vida de San Agustín.


 

Association Hozana - 8 rue du Palais de Justice, 69005 Lyon

Contáctenos