El Catecismo de la Iglesia Católica señala la importancia de que todo bautizado establezca una relación íntima con Dios. Teniendo en cuenta esto, un retiro espiritual es una excelente manera de hacerlo, gracias a la oración y a las enseñanzas que este incluye; pero ¿por qué hacer un retiro? Si cada persona tiene necesidades, deseos y motivos diferentes.
En este artículo de Hozana, veremos los motivos más comunes para asistir a un retiro. Al final de este artículo, te invitamos a descubrir más preguntas y respuestas sobre la vida cristiana.
La formación (o enseñanza) es para muchos cristianos una manera de vivir uno de los cinco pilares de la vida cristiana.
Además, algunas personas deciden hacer un retiro porque sus motivos están relacionados con el aprendizaje y la enseñanza. Por ejemplo, hay quienes quieren profundizar en un tema bíblico, un tema del Magisterio o de la vida cristiana (como la santidad, el perdón, etc.), o también sus motivos pueden estar relacionados con el deseo de descubrir una nueva perspectiva espiritual. Por ejemplo, la espiritualidad carmelitana con los santos carmelitas, la espiritualidad jesuita, la espiritualidad dominicana, etc.
Algunas personas se inscriben a un retiro para discernir sobre una vocación como el matrimonio o el sacerdocio, si se comprometen o no con alguien, si continúan trabajando en su campo profesional o si necesitan cambiar de profesión, etc.
En resumen, el discernimiento suele enfocarse en una pregunta específica sobre la cual el participante espera tener más conocimiento al final del retiro y de esta manera poder responderla.
Algunas personas se inscriben a un retiro para tener un encuentro íntimo con Dios. A menudo esta decisión es propia, pero en otros casos asisten solo porque han sido invitados a participar en ello.
También, en el caso de las personas apartadas de la Iglesia, un retiro espiritual puede ser una manera de vivir una nueva experiencia, mientras que para otros, participar en un retiro es un motivo para renovar su encuentro con el amor de Dios y reavivar el fuego.
Uno de los motivos de algunos participantes en los retiros es simplemente descansar, ya que durante un retiro, generalmente no tienen que cocinar, así que sus obligaciones diarias se ven reducidas.
Otra de las razones para hacer un retiro puede ser para tomarte un descanso, evaluar o examinar tu propia vida. Esta etapa es diferente a la del discernimiento; se trata simplemente de examinar tu vida escuchando a Dios y al Espíritu Santo, sin discernir necesariamente sobre una pregunta precisa, por ejemplo, analizando los momentos en los que el Señor ha estado presente en tu vida y darle gracias.
Otra razón para hacer un retiro puede ser para reavivar el fuego dentro de ti de tal manera que vuelvas a tener fervor. Puesto que todo cristiano está llamado a ser discípulo misionero, es importante estar animado por el fuego del Espíritu para evangelizar. Por ende, cuando nuestro fuego se apaga y tenemos menos fervor, un retiro espiritual es una muy buena manera de reavivarlo, ya que las enseñanzas y la oración son formas de reavivar ese fuego, como nos lo menciona el evangelio de Lucas: “He venido a traer fuego a la tierra, y cómo quisiera que ya estuviera encendido”. (Lucas 12:49).
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