Jesús camina sobre las aguas
Sin duda alguna, ¡Jesús es la persona más impresionante que ha existido!: Él hizo cosas maravillosas mientras estuvo en medio nuestro. Por ejemplo, Jesús caminó sobre las aguas siendo hombre, lo cual constituye un verdadero milagro, pues nosotros como humanos solo tenemos la capacidad de caminar sobre la tierra. A propósito, este suceso tan impresionante aparece registrado en el Nuevo Testamento, más concretamente en el Evangelio de Mateo (Mateo 14:22-23), el Evangelio de Marcos (Marcos 6:45-53) y en el Evangelio de Juan (Juan 6:16-21). De hecho, en las Escrituras, los discípulos de Jesús dan testimonio de este milagro que no solo les hizo ver la omnipotencia del Hijo de Dios, sino también la importancia de tener una fe firme y fuerte para seguir a Jesús. Te invitamos a descubrir o a volver a meditar juntos en este pasaje de la Biblia que nos afirma nuestra fe al creer que Jesús es Dios.
El libro del Evangelio de Mateo
“22 En seguida, obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud.
23 Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.
24 La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra.
25 A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar.
26 Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. «Es un fantasma», dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.
27 Pero Jesús les dijo: «Tranquilícense, soy yo; no teman.
28 Entonces Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua».
29 «Ven», le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a él.
30 Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: «Señor, sálvame».
31 En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?».
32 En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó.
33 Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: «Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios»” (Mateo 12:22-33)
"Hombre de poca fe..."
El contexto
Jesús acababa de obrar la multiplicación de los panes y los peces, así que el pueblo estaba muy entusiasmado y quería hacerlo rey. Sin embargo, luego de despedir la multitud, pidió a sus discípulos que pasaran antes que él a la otra orilla. En los tres Evangelios vemos que a los discípulos les costaba avanzar debido a los vientos en contra. Fue en ese entonces cuando a lo lejos vieron un hombre caminando sobre el agua y tuvieron miedo, lo cual es normal: cualquiera de nosotros también se hubiera asustado ante un suceso semejante. Sin embargo, el Señor les habló y los tranquilizó diciendo: “Tranquilícense, soy yo; no teman”. De hecho, Jesús nos repite estas mismas palabras cuando tenemos que enfrentar los diversos desafíos que intentan atemorizarnos..
Pedro camina sobre el agua
Podemos recordar a Pedro de dos maneras, dependiendo si somos pesimistas u optimistas: ya sea como alguien valiente que logró la hazaña de caminar sobre el agua, o como alguien incrédulo que se hundía por falta de fe. Sin embargo, no podemos olvidar que la fe de Pedro le permitió ser como su maestro, mientras que la duda le hizo flaquear. De hecho, la Biblia nos muestra que con el Señor lograremos grandes hazañas porque nada es imposible para Dios. Tratemos de permanecer firmes en nuestra fe, incluso en medio de las pruebas o cuando nada parece seguro, sabiendo que Jesús está con nosotros. ¡Recordemos que Él nos tiende la mano, y que estamos invitados a responder con audacia, alegría y confianza, como lo hizo Pedro!
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Jesús nos enseñó que ¡la fe mueve montañas! Para tener fe, podemos pedir a Jesús que nos envíe el Espíritu Santo que nos ayude a aumentarla, de manera que podamos avanzar con confianza ante cualquier situación. De hecho, Hozana te propone muchas comunidades de oración para ayudarte a crecer en tu fe. Por ejemplo, te invitamos a descubrir:
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