Cuando comenzamos a profundizar en el Nuevo Testamento, no podemos dejar de maravillarnos ante los milagros de Jesús. De hecho, el Hijo de Dios impresionó a sus contemporáneos al manifestar la gloria de su Padre donde quiera que iba: sanando a los leprosos, dando la vista a los ciegos, curando todo tipo de enfermedades y dolores, perdonando los pecados de los hombres y ayudando a aquellos que sufrían. A propósito, en los Hechos de los Apóstoles la Biblia nos muestra que "(...) Él pasó haciendo el bien y curando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con él.” (Hechos 10:38). Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo empezó todo?, o ¿cuál fue el primer milagro de Jesús? La respuesta la encontramos en el evangelio de Juan, en el capítulo 2: Jesús convierte el agua en vino. ¡Te invitamos a descubrir o volver a meditar juntos en este episodio de las bodas de Caná que nos muestra el gran poder del Señor!
[community-card id=10404]
“1 Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
2 Jesús también fue invitado con sus discípulos.
3 Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino».
4 Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía».
5 Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga».
6 Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una.
7 Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el borde.
8 «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete». Así lo hicieron.
9 El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo
10 y les dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento».
11 Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él” (Juan 2:1-11)
La Biblia nos dice que la madre de Jesús también estaba invitada a esta boda, y que fue precisamente ella quien le informó que se había acabado el vino. Esta actitud de María demuestra la profunda confianza que tenía en su hijo. Recordemos que, en ese momento Jesús aún no había revelado quién era, por lo que le respondió: “Mi hora no ha llegado todavía”. Sin embargo, María sentía que ese era el momento oportuno para que su hijo revelara el poder del amor de Dios a los demás; fue entonces cuando sucedió el primer milagro de Jesús, y comenzó su vida pública. De hecho, María, siempre estaba atenta a las necesidades del prójimo, y al decir “Hagan todo lo que él les diga” nos reveló un gran secreto: ¡es necesario tener total abandono y confianza en Jesucristo!
[community-card id=8078]
El Señor Jesús nos enseña a través de este milagro que debemos “caminar por fe y no por vista” (2 Corintios 5:7). Cuando hay una diferencia entre lo que nuestros ojos ven en realidad y lo que dice su Palabra, podemos fácilmente caer en la tentación de detenernos y lamentarnos, o incluso de buscar otra solución más "lógica". A decir verdad, los discípulos pudieron haber hecho lo mismo, pero prefirieron creer que el agua que acababan de sacar era vino, y se dirigieron al dueño de la comida para servirle un poco. Presentémonos también al Señor tal como somos, creyendo en su Palabra que dice: “El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente” (2 Corintios 5:17). Solo de esta manera podremos manifestar esta naturaleza de bondad, fidelidad, alegría... ¡que es más dulce que la miel!…
Los Evangelios revelan la Palabra de Dios a través de la vida y las enseñanzas de Cristo: esta Palabra nos habla a cada uno de nosotros de manera personal, de acuerdo a lo que estamos viviendo, a nuestras preguntas, a nuestro camino… Hozana conoce la importancia de profundizar en la Palabra de Dios y de acercarte más Jesús, por eso te propone:
¡No lo dudes más, aprende un poco más de Jesús y sigue sus pasos con Hozana!