La Coronilla al Espíritu Santo, o Rosario al Espíritu Santo es una forma de invocarle y meditar en los misterios de su presencia. La coronilla al Espíritu Santo para pedir sus 7 dones también forma parte de la devoción al Espíritu Santo, y se reza tradicionalmente durante la octava de Pentecostés. Este Rosario al Espíritu santo se compone de siete decenas, y su objetivo es pedir al Espíritu de Dios que repose en nuestras almas y haga crecer en ellas sus dones, para que podamos trabajar en la edificación de su Iglesia.
¿Qué significa recibir el Espíritu Santo? En su primera carta a los Corintios, San Pablo habla de los carismas del Espíritu: "En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común.
El Espíritu da a uno la sabiduría para hablar; a otro, la ciencia para enseñar, según el mismo Espíritu; a otro, la fe, también el mismo Espíritu. A este se le da el don de curar, siempre en ese único Espíritu; a aquel, el don de hacer milagros; a uno, el don de profecía; a otro, el don de juzgar sobre el valor de los dones del Espíritu; a este, el don de lenguas; a aquel, el don de interpretarlas. Pero en todo esto, es el mismo y único Espíritu el que actúa, distribuyendo sus dones a cada uno en particular como él quiere” (1 Cor. 12, 7-11).
Santo Tomás de Aquino menciona siete dones en su Suma Teológica.
Existen otras oraciones al Espíritu Santo en las que se busca pedir los siete dones del espítitu santo, tal es el caso de la novena de San Alfonso de Ligorio, la novena al Espíritu Santo, y las letanías del Espíritu Santo, para rezar recordando las gracias y los dones que podemos esperar de él.
La oración comienza con :
La señal de la Santa Cruz
También se reza esta oración jaculatoria: “Padre, envíanos al Paráclito prometido por nuestro Señor Jesucristo. Amén”.
A continuación, se reza la secuencia al Espíritu Santo:
“Ven Espíritu Santo y envía desde el cielo un rayo de tu luz.
Ven Padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz.
Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma.
Suave alivio para el hombre, descanso en el trabajo.
Templanza en las pasiones, alegría en nuestro llano.
Penetra con tu Santa Luz, en lo más íntimo del corazón de tus fieles, sin tu ayuda divina, no hay nada en el hombre, nada que sea inocente.
Lava nuestras manchas, riega nuestra aridez, cura nuestras heridas, suaviza nuestra dureza.
Enciende nuestra frialdad, corrige nuestros desvíos, concede a tus fieles que en Ti confían tus siete sagrados dones.
Premia nuestro esfuerzo, salva nuestras almas, danos tu eterna alegría, Amén”.
Luego se medita en los 7 misterios del espíritu santo, como sigue:
Honramos al Espíritu Santo y adoremos al amor sustancial que procede del Padre y del Hijo y los une en una Caridad infinita y eterna.
Rezamos 7 veces: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
Honramos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque hizo inmaculada a María en su Concepción y la santificó con la plenitud de su gracia.
Rezamos 7 veces: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque hizo a la Santísima Virgen María, madre del Verbo Divino en el Misterio de la Encarnación.
Rezamos 7 veces: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
Honramos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque dio la vida a la Iglesia en el día glorioso de Pentecostés.
Rezamos 7 veces: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque reside de una manera permanente en la Iglesia y la asiste, según la promesa divina, hasta la consumación de los siglos.
Rezamos 7 veces: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
Honramos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque creó en la Iglesia al nuevo Cristo, que es el sacerdote, y confirmo la plenitud del sacerdocio a sus obispos.
Rezamos 7 veces: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle en la virtud de los santos en la Iglesia, Obra secreta y maravillosa del Santificador omnipotente.
Rezamos 7 veces: “Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
La coronilla se termina con 3 Gloria al Padre.
Para preparar la fiesta de Pentecostés, o en cualquier otro momento del año, Hozana ofrece una serie de novenas y retiros en línea para rezar al Espíritu de Vida. En particular, puedes explorar las gracias que el Espíritu nos ofrece con estas dos comunidades de oración: