Cada año, durante el Pentecostés, conmemoramos la venida del Espíritu Santo sobre los discípulos de Jesús, mediante una gran fiesta que se celebra 50 días después de la Pascua. La fiesta de Pentecostés también puede llevarse a cabo 9 días después de la Ascensión de Jesús, cerrando así el Tiempo pascual, y dándonos la oportunidad de prepararnos para la gran venida del Espíritu Santo, ya sea mediante una novena preparatoria, o diversas oraciones al Espíritu Santo.
Según el relato de la Biblia, los apóstoles de Cristo, en compañía de la Santísima Virgen, permanecieron orando en el Cenáculo durante los nueve días que transcurrieron entre la Ascensión y el Pentecostés: “Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos” (Hechos 1:14).
Desde entonces, cada año los cristianos hacen una novena al Espíritu Santo, con el fin de prepararse para recibir la presencia del Espíritu Santo y vivir la misión de evangelización a la que Jesús nos ha llamado: “Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8).
Así que, ¡sigamos los pasos de los apóstoles y hagamos de estos nueve días un tiempo de oración que nos lleve a recibir mejor el poder del Espíritu en nuestras vidas!
La novena de preparación para la fiesta de Pentecostés consiste en rezar al Espíritu Santo durante nueve días, del mismo modo que lo hicieron María y los discípulos de Cristo en el Cenáculo.
De hecho, la novena preparatoria comienza el día de la Ascensión y termina la víspera de Pentecostés, invitándonos cada día a invocar al Espíritu Santo mediante diversas oraciones como el Veni Creator, las letanías del Espíritu Santo, etc. y, en algunas ocasiones, se acompañan las oraciones con una una catequesis o una breve meditación relacionada. Por otro lado, algunas novenas, como la de San Alfonso de Ligorio, proponen rezar para recibir los siete dones sagrados del Espíritu Santo: el don de la sabiduría, el don del entendimiento, el don de consejo, el don de fortaleza el don de sabiduría, el don de la piedad y el don del temor de Dios.
Para terminar, el último día se hace una oración de consagración al Espíritu Santo, con el propósito de finalizar la novena.
Para vivir este tiempo de oración como lo hicieron los apóstoles y los discípulos de Cristo, es necesario observar lo que hicieron durante esos nueve días: ¡sencillamente se quedaron en el Cenáculo, rezando, en compañía de la Virgen María!
En otras palabras, dicha preparación espiritual no se hizo individualmente, sino en comunidad, ya que todos se reunieron y oraron con un solo corazón, lo cual les permitió prepararse mejor para la venida del Espíritu Santo sobre sus vidas. En este orden de ideas, deberíamos imitar a estos siervos de Dios, y reunirnos en familia, en comunidades, o en nuestras iglesias para clamar unánimemente por su presencia en nuestras vidas.
En caso de que no te puedas reunir de manera presencial, ¡no te preocupes!: las comunidades de oración en línea de Hozana también hacen posible vivir este bendito tiempo en unión de oración con otros creyentes en todo el mundo.
San Maximiliano Kolbe se refirió a la Santísima Virgen diciendo: "El Espíritu Santo está en María del mismo modo que el Verbo, la segunda persona de la Santísima Trinidad, está en su humanidad".
-Traducido del francés por Hozana
Por eso, ¡mientras más permanezcamos con María, más permanecerá el Espíritu en nosotros! En otras palabras, del mismo modo en que los apóstoles rezaron con María en el Cenáculo, nosotros también podemos invocar a la Santísima Virgen, sabiendo que ella es la esposa del Espíritu Santo y puede ayudarnos a preparar nuestro corazón para acoger a la tercera persona de la Trinidad de la manera más hermosa.
En los días que preceden la fiesta de Pentecostés, pidamos al Espíritu Santo que venga a morar en nuestras vidas, que renueve en nosotros sus dones sagrados, y que haga arder en nosotros el fuego de la misión evangelizadora a la cual todos los bautizados hemos sido llamados.
Para esto, Hozana te invita a descubrir diversas novenas y retiros en línea dedicados al Espíritu Santo. Por ejemplo, puedes: