La fiesta cristiana de la Anunciación se celebra el 25 de marzo, es decir, exactamente 9 meses antes de la Navidad, y conmemora el anuncio de la maternidad divina de la Virgen María a través del arcángel Gabriel. Este episodio bíblico ha sido plasmado en los Evangelios, y representa el misterio de la encarnación de Dios como hombre, a través de su hijo Jesucristo, el cual se considera como uno de los misterios fundamentales de la fe cristiana.
Te invitamos a descubrir el significado y la celebración de esta gran fiesta mariana que honra a la mujer que dio su "fiat" al ángel, y se convirtió en la madre del Salvador.
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Desde el siglo VII, la fiesta de la Anunciación es una de las principales fiestas cristianas que los cristianos de Occidente celebran con mucho entusiasmo.Para ser más exactos, el 25 de marzo, la Iglesia conmemora el anuncio de la maternidad divina de María por medio del arcángel Gabriel: según el relato bíblico, el ángel se le presentó a María para explicarle que, por medio de la acción del Espíritu Santo, ella iba a concebir y dar a luz a Jesús, el Hijo de Dios. En este orden de ideas, los cristianos creen que María llevó al Niño Dios en su vientre, mientras permaneció siendo virgen.
Tengamos en cuenta que, la Anunciación de la Virgen María representa para los cristianos uno de los misterios fundamentales de su fe y una gran alegría, pues constituye la materialización de la encarnación divina: Dios se hizo hombre, comenzando su vida humana a través de María, para salvar a la humanidad. De este modo, para los cristianos, la fiesta de la Anunciación constituye una fuente de gran alegría, porque anuncia la promesa de la redención que se cumple plenamente con la muerte y resurrección de Cristo.
Cabe anotar que la fecha del 25 de marzo se asocia con la celebración de la Navidad, puesto que la Anunciación tuvo lugar nueve meses antes del nacimiento de Cristo.
El evangelista San Lucas nos ofrece el relato de la Anunciación en la Biblia como sigue: “En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin»” (Lucas 1:26-38).
De hecho, todos los años escuchamos esta historia en la fiesta de la Anunciación, que se celebra el 25 de marzo. Además, en las oraciones del Ave María y del Ángelus podemos encontrar y escuchar las palabras que el Ángel dijo a María.
A continuación te presentamos un extracto de la homilía del Papa Juan Pablo II en 1986, en la que explica el profundo significado de la Anunciación de la Virgen María: “María de Nazaret ha sido la primera en recibir de Dios un mensaje de salvación; la primera en responder al mismo con la fe. Como ella, cada cristiano es el hombre de este mensaje de salvación y es el hombre de esta fe. El acontecimiento que tuvo lugar en Nazaret abrió el nuevo camino por el que Dios conduce a toda la humanidad. Lo que la Anunciación representa es, en cierto modo, la síntesis de todos los misterios que Dios ha querido en la plenitud de los tiempos, entrando en la historia del hombre según el plan eterno de su amor”.
En otras palabras, el "sí" de la Virgen María en la Anunciación no solo representa la cooperación más perfecta del Hombre con la obra divina, sino que también sella una nueva alianza entre Dios y la humanidad.
“Tú eres la Virgen de la Anunciación, el Sí de la humanidad entera al misterio de la salvación.
Tú eres la Hija de Sión y el Arca de la nueva Alianza en el misterio de la visitación.
Tú eres la Madre de Jesús, nacido en Belén, la que lo mostraste a los sencillos pastores y a los sabios de Oriente.
Tú eres la Madre que ofrece a su Hijo en el templo, lo acompaña hasta Egipto, lo conduce a Nazaret.
Virgen de los caminos de Jesús, de la vida oculta y del milagro de Caná.
Madre Dolorosa del Calvario y Virgen gozosa de la Resurrección.
Tú eres la Madre de los discípulos de Jesús en la espera y en el gozo de Pentecostés”
-Dulzura de los Ángeles, de la Literatura Bizantina
Gracias a su "sí" al plan de Dios en la Anunciación, María se convirtió en la madre del Salvador, permitiendo así que toda la humanidad fuera redimida de la muerte y del pecado. Recordemos que, al pie de la cruz María también se convirtió en nuestra madre, por eso Hozana te invita a rezarle con fervor para seguir el camino que ella quiere mostrarnos.
A continuación, ¡te invitamos a descubrir las numerosas comunidades dedicadas a la Virgen María que Hozana ha preparado para ti!:
¡Ven y celebra el misterio de la anunciación rezando con Hozana!