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Ascensión

Ascensión

La solemnidad de la Ascensión es una de las principales fiestas cristianas que se celebra cuarenta días después de la Pascua, y que conmemora la subida de Jesús al cielo, así como su entrada a la gloria celestial. A decir verdad, la Ascensión es una fiesta importante para los cristianos, no solo porque representa la promesa de la vida eterna, sino también porque anuncia la venida del Espíritu Santo algunos días después.

¿Cuál es el significado de la Ascensión?

Ascensión: ¡Jesús sube al cielo!

Etimológicamente, el término Ascensión proviene del latín ascendere que significa ascender, o elevarse. En este orden de ideas, la fiesta de la Ascensión del Señor celebra la subida de Cristo a la gloria del Cielo, al mismo tiempo que marca el fin de su presencia física en la tierra, poco después de su muerte y resurrección.  

Cabe anotar que, los apóstoles, testigos de este último encuentro con Jesús, no se quedaron "solos" tras la partida de Cristo, ya que este suceso marcó una nueva manifestación de su presencia, que, aunque era invisible, se mantendría siendo universal y eterna. Al respecto, Jesús nos llenó de esperanza al decir: “Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20), lo cual nos recordó la importancia de su presencia en los sacramentos, y especialmente en la Eucaristía. 

Por otro lado, para los cristianos, la fiesta de la Ascensión también se considera como el anuncio o la antesala de la venida del Espíritu Santo, diez días después, durante Pentecostés. De hecho, la Biblia nos muestra que, mientras Jesús enviaba a sus discípulos a cumplir con la misión encomendada, también les anunció la venida del Abogado o Espíritu de verdad para confirmarles que Él estaría con ellos y no los dejaría solos: “Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8).

El relato de la Ascensión en la Biblia

En los Evangelios, podemos ver que los evangelistas narran este relato de manera diferente. Por ejemplo, Marcos y Lucas relatan la Ascensión de Jesús de una manera detallada, mientras que Mateo no la menciona del todo, y Juan sólo se refiere a ella citando las palabras del Maestro a sus discípulos, sin describir explícitamente la escena de la Ascensión: “Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes” (Juan 20:17).

Concretamente, el Evangelista Marcos nos cuenta cómo, poco después de su resurrección, Jesús se apareció a sus discípulos para enviarlos a cumplir con su misión: “En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. [...] Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios” (Marcos 16:15-20)

Por su parte, San Lucas relata la escena con un poco más de detalle: “Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Los discípulos, que se habían postrado delante de él, volvieron a Jerusalén con gran alegría, y permanecían continuamente en el Templo alabando a Dios” (Lucas 24:50-53).

Además, San Lucas nos ofrece un segundo relato, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, que permite profundizar en el pasaje anterior, complementándolo del siguiente modo: “Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir»” (Hechos 1:9-11).

¿Cuál es la diferencia entre la Ascensión y la Asunción?

Aunque los términos son relativamente similares, los cristianos establecen la diferencia entre Ascensión y Asunción:

La Ascensión se refiere a la subida de Jesús al cielo, después de su muerte y resurrección, mientras que la Asunción se refiere al hecho de que María fue llevada en cuerpo y alma al cielo, sin tener que esperar la resurrección de los muertos. 

¿Cómo se celebra la fiesta cristiana de la Ascensión?

Jueves de la Ascensión: cuarenta días después de la Pascua

En general, la fiesta de la Ascensión se celebra cuarenta días después de la Pascua, por lo que la fecha de conmemoración puede variar de un año a otro, aunque casi siempre se lleva a cabo un jueves entre el 30 de abril y el 3 de junio. De hecho, en algunos países es un día festivo.

Por otro lado, podemos ver que, este periodo de cuarenta días, que simboliza un tiempo de espera y de prueba, está muy presente en la Biblia: por ejemplo, en el Antiguo Testamento, encontramos los cuarenta días del diluvio o los cuarenta años que pasó el pueblo hebreo en el desierto tras su salida de Egipto. Además, en los Evangelios podemos ver que la tentación de Cristo en el desierto también duró cuarenta días. 

En este orden de ideas, los cuarenta días entre la Pascua y la Ascensión se refieren no solo a un período de espera, sino también a un tiempo de preparación espiritual que son necesarios antes de festejar la solemnidad de la Ascensión. 

Liturgia de la celebración de la Ascensión del Señor

La Solemnidad de la Ascensión de Cristo es una de las principales fiestas cristianas, durante la cual se lleva a cabo la misa solemne del jueves de la Ascensión. 

De hecho, la liturgia de la misa es bastante especial para este día, y se decora con ornamentos blancos, como símbolo de la resurrección y la gloria de Cristo. Se puede decir que esta celebración es una continuación de la Pascua, que es cuando se cumple el Misterio Pascual plenamente. Recordemos que, por medio de su Resurrección y Ascensión, Cristo “hace entrar nuestra naturaleza, con su debilidad, en la gloria de Dios” y nos hace “partícipes de su divinidad”. (Canon romano)

Por otro lado, la liturgia y las oraciones de la misa nos recuerdan constantemente la esperanza que tenemos de ir al cielo con el Señor: “Oh Dios, cuyo Hijo asciende hoy a los cielos en presencia de los apóstoles, concédenos, según su promesa, que permanezca siempre con nosotros en la tierra y que nosotros merezcamos vivir con él en el cielo” (Oración inicial de la misa familiafranciscana.org)

Ascensión: ¡vive este maravilloso tiempo con Hozana!

Recordemos que, la Solemnidad de la Ascensión es vital en la fe cristiana, y que Jesús, al subir a su Padre, nos dio la libertad para creer en Él y amarlo profundamente… Y, aunque se ausentó físicamente, también nos dio la promesa de que no nos dejaría solos, sino que nos enviaría una fuerza, un consolador: ¡el Espíritu Santo!, para que nos acompañara en esta misión.

Por eso, Hozana te ofrece diferentes propuestas para vivir un tiempo de oración, de meditación, y de compartir, que te permitan acercarte más a Jesús y al Espíritu Santo durante estas fechas. Por ejemplo, te invitamos a unirte a:

Association Hozana - 8 rue du Palais de Justice, 69005 Lyon

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