El 2 de febrero, es decir, cuarenta días después de Navidad, celebramos la Candelaria, que también se conoce como la "Fiesta de las Velas". De hecho, originalmente esta fiesta es de origen pagano y se remonta a la Antigua Roma, según algunos historiadores. Posteriormente, hacia el siglo V la Candelaria pasó a ser una fiesta cristiana en la que se conmemora la presentación del niño Jesús en el templo.
Cada año, en esta ocasión, los cristianos de todo el mundo celebran esta festividad comiendo diferentes platos. Por ejemplo, en algunos países como Francia se comen crepas, en México se comen tamales, en España se come carne o chorizo a las brasas, en Luxemburgo se comen dulces, en Venezuela se comen donas, etc.
Pero, alguna vez te has preguntado ¿cuál es el origen de la fiesta de la Candelaria?, o ¿por qué se llama a la Candelaria “la fiesta de las velas''? … Pues entonces te invitamos a descubrir no solo la historia y las tradiciones del Día de la Candelaria, sino también cómo la Iglesia celebra la presentación del Señor Jesús en el templo; también te invitamos a conocer a Cristo, la luz del mundo, durante esta hermosa celebración.
Hoy en día, la Candelaria se ha convertido en una fiesta cristiana que se celebra el 2 de febrero, es decir, cuarenta días después del nacimiento de Jesús. El día de la Candelaria, la Iglesia celebra no solo la presentación de Cristo en el templo, sino también su reconocimiento como "la luz del mundo" por parte de Simeón.
De hecho, en aquel entonces la presentación en el templo era un ritual de la ley religiosa dominante: según la tradición judía, era costumbre presentar a los niños en el templo poco después de su nacimiento, por lo tanto, José y María fueron a Jerusalén cuarenta días después del nacimiento del niño Jesús para cumplir con este deber.
Al respecto, el evangelista San Lucas describe este acontecimiento como sigue: “Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor" (Lucas 2: 22-40).
Además, San Lucas nos comparte el momento en el que Simeón, un hombre justo y lleno de Dios, vio a Jesús y exclamó diciendo: “«Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel” (Lucas 2: 29-32).
En otras palabras, a través de esta fiesta, la Iglesia católica celebra a Cristo, que ilumina a todos los hombres.
La fiesta de la Candelaria toma su nombre del latín candelarum, que significa "velas". De hecho, sus orígenes se remontan a la Antigüedad, cuando los romanos celebraban la fiesta de las Lupercales, durante la cual se acostumbraba a realizar procesiones con antorchas por las calles de Roma.
No fue sino hasta el año 472, bajo el pontificado del Papa Gelasio I, que la fiesta pasó a considerarse como cristiana. En ese orden de ideas, a partir del siglo V, la Fiesta de las Velas celebra la presentación de Jesús en el templo, y aun la iglesia conserva la tradición de hacer procesiones con velas, pero, las velas normales han sido sustituidas por velas bendecidas, las cuales representan el hecho que Jesús es la "luz del mundo". Además, desde el siglo XIV, la Iglesia también asocia esta fiesta a la purificación de la Santísima Virgen María.
Por otro lado, en la Iglesia de Oriente la tradición litúrgica de celebrar la presentación en el templo es mucho más antigua: se sabe que, desde los primeros siglos, los ortodoxos solían organizar algunas festividades cuarenta días después de la Navidad.
La fiesta de la Candelaria, el 2 de febrero, cierra el ciclo de la Natividad de Cristo, que comenzó con el tiempo de Adviento. Para los cristianos, simboliza el encuentro de Cristo con el pueblo de los creyentes que esperan su llegada, como nos dice San Lucas en su Evangelio.
Sin duda alguna, ¡la presentación de Jesús en el templo es una fiesta llena de luz y alegría!, y la Iglesia nos recuerda que en este día Cristo se revela a las naciones como la verdadera luz del mundo. En ese orden de ideas, la liturgia del 2 de febrero concede una gran importancia a la luz durante esa celebración, por lo que se bendicen las velas y luego se llevan a los hogares como signo de protección divina.
Por otro lado, la liturgia del día nos permite leer y meditar en el pasaje del Evangelio de San Lucas que narra la presentación de Jesús y la profecía de Simeón. También meditamos las palabras del profeta Malaquías, que anuncia la venida de Cristo: “Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino delante de mí. Y en seguida entrará en su Templo el Señor que ustedes buscan; y el Ángel de la alianza que ustedes desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos” (Malaquías 3:1-4).
A menudo la Candelaria revive una tradición popular: ¡la de cocinar y comer deliciosas recetas! Cada año, en esta ocasión, los cristianos de todo el mundo celebran esta festividad comiendo diferentes platos. Por ejemplo, en algunos países como Francia se comen crepas, por eso la Candelaria también se conoce como la fiesta de las crepas, en México se comen tamales, en España se come carne o chorizo a las brasas, en Luxemburgo se comen dulces, en Venezuela se comen donas, etc.
De hecho, esta tradición se atribuye a una antigua práctica agrícola: en febrero comenzaba la temporada de siembra de invierno: entonces era costumbre utilizar la harina sobrante para cocinar crepas o tortitas, las cuales eran un símbolo de prosperidad para la próxima cosecha; como dice el refrán: “El día de las Candelas, se medía el grano, si tienes como tenías comerás como comías”. Además, la forma redonda de las tortitas, que recuerda al sol, simbolizaba el regreso de los días buenos y de la luz tras los largos días de invierno.
Existe otra tradición que se remonta al siglo V: la de la moneda de oro. La costumbre era soplar los panes mientras se sostenía una moneda de oro en la mano izquierda. Si la torta caía correctamente en la sartén, traía buena suerte para todo el año.
En las iglesias orientales, la Candelaria se conoce como la "fiesta del Encuentro", pues Cristo, la luz del mundo, vino para revelarse a nosotros durante la fiesta de su presentación en el templo. ¡Aprovecha esta oportunidad para conocer a Cristo personalmente en tu vida, y ora para que todos puedan encontrar al que es la luz de las naciones! Para esto, Hozana te ofrece diversas comunidades de oración en línea, con temáticas variadas que se adaptan a diferentes necesidades espirituales. Por ejemplo, puedes: