“Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre” (Mateo 6:9).
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“7 Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.
8 No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
9 Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,
10 que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
11 Danos hoy nuestro pan de cada día.
12 Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.
13 No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal” (Mateo 6: 7-13).
-Versión: el libro del Pueblo de Dios.
Jesús reveló a sus discípulos las palabras para dirigirse al padre, pues ellos le pidieron que les enseñara a orar. De hecho, estas eran las palabras que Jesús decía a su Padre celestial y que luego transmitió a la humanidad. Al leer el pasaje completo, se puede ver que, en los versículos anteriores, Jesús recomendó a sus discípulos orar en el secreto de sus corazones y de sus casas, y no de manera ostentosa y orgullosa. Posteriormente, les reveló el contenido más santo que permite elevar nuestras almas al Padre Celestial: se trata de esta hermosa oración desprovista de egoísmo y egocentrismo, los cuales son terribles trampas en las que el hombre cae fácilmente.
Si queremos analizar esta oración, podemos ver que las seis peticiones dirigidas al Padre contribuyen totalmente a su gloria:
Recordemos que la oración del Padre Nuestro fue la primera y única oración que Jesús enseñó, aunque el evangelista Lucas también retoma las palabras de Jesús de otra manera en Lucas 11:2-4.
Para finalizar, tengamos presente que, para los católicos el Padre Nuestro junto al Ave María, constituyen la oración central en el rezo del Santo Rosario.
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El Padre Nuestro es la oración fundamental de los cristianos, por medio de la cual el hombre puede dirigir una oración completa al Padre Celestial. Hozana te propone descubrir o volver a descubrir esta oración, así como el rezo del Santo Rosario, que está directamente relacionado con ella:
¿Qué esperas? ¡Ven y ora al Padre con Hozana!