El Evangelio de Mateo es el primer libro del Nuevo Testamento y consta de 28 capítulos. Se dice que fue escrito hacia el año 80-90 D.C. en la ciudad de Antioquía. Del mismo modo que los Evangelios de Marcos y Lucas, el evangelio de Mateo hace parte del grupo de Evangelios Sinópticos, porque relatan acontecimientos muy similares y se estructuran de manera muy parecida.
Te invitamos a descubrir a continuación este libro clave de la Biblia que nos permite conocer la vida y las palabras de Jesús.
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“GENEALOGÍA DE JESÚS, CRISTO, hijo de David, hijo de Abraham” (Mateo 1:1). Desde los primeros versos de su evangelio, Mateo presenta 3 grupos de 14 generaciones que narran los sucesos ocurridos desde Abraham hasta David, luego desde David hasta la deportación a Babilonia, y finalmente desde la deportación a Babilonia hasta el nacimiento de Jesús.
Después de bautizarse y pasar 40 días en el desierto, Jesús comenzó su ministerio público diciendo el famoso Sermón del monte, en el cual se encuentran las Bienaventuranzas. De hecho, el sermón del monte también fue el discurso más largo de Jesús (va desde el capítulo 5 hasta el 7), y allí lo vemos enseñando a la multitud y profundizando en algunos principios del Antiguo Testamento como el ayuno, la oración, las relaciones interpersonales, entre otros...
En el capítulo 10, podemos ver el nombre de los 12 apóstoles de Jesús: Simón, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo o Zelote y Judas el Iscariote.
Este pasaje también nos muestra que Jesús envió a sus doce apóstoles a predicar el reino de los cielos y les ordenó solo hacerlo en el pueblo de Israel: “A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: «No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel” (Mateo 10:5-6).
Desde el capítulo 13 hasta el final del libro de Mateo, vemos que Jesús proclamaba el reino de los cielos utilizando imágenes que correspondían a observaciones de la vida y la naturaleza, las cuales se conocen con el nombre de parábolas.
A partir del capítulo 18, Jesús habla a los discípulos sobre las exigencias de la vida eclesiástica. Los dos principales son la oración y el perdón.
Discurso escatológico: sobre el fin de los tiempos
Después de haber escuchado un comentario de sus discípulos sobre la construcción del templo de Jerusalén, Jesús comenzó a profetizar sobre las catástrofes y circunstancias que precederán su regreso e hizo un llamado a sus discípulos a estar alerta y preparados.
A partir del capítulo 26, Mateo presenta la última cena de Jesús con sus discípulos, su oración en el huerto de Getsemaní, su muerte en la cruz y posterior resurrección al tercer día. Cabe anotar que el evangelio de Mateo termina con el episodio de Jesús dando el mandato de ir y hacer discípulos en todas las naciones.
Mateo, también llamado Leví, fue uno de los doce apóstoles de Jesús, y tradicionalmente se le reconoce como autor de este Evangelio. Su llamado comenzó cuando un día Jesús lo vio sentado en su puesto de recaudación de impuestos y le dijo: “Sígueme” (Mateo 9:9).
Mateo presenta a Jesús como el tan anhelado Mesías, cuya presencia entre nosotros sería el cumplimiento de las promesas hechas a Abraham, David y a todo el pueblo de Israel. Por otro lado, el evangelista nos deja ver que, en muchas ocasiones, Jesús citó pasajes del Antiguo Testamento en su cotidiano, por ejemplo, en el episodio de la tentación.
Parece que este evangelio se dirige principalmente a los judíos y a los rabinos de la sinagoga que conocían las Escrituras y las promesas de Dios sobre el Mesías. Su propósito era convencerles de que Jesús era realmente el Mesías y el Emanuel de quien tanto se había profetizado. Además, las palabras de este libro también se dirigen a los judíos que se habían convertido al cristianismo, con la finalidad de fortalecer su fe, y por supuesto todos nosotros que hoy tenemos acceso a esta Buena Noticia de salvación.
“Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo” (Mateo 5, 14-16)
“Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. (Mateo 6: 9-13)
“Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana” (Mateo 11:28-30)
“Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas” (Mateo 22: 37-40).
“Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20)
Te invitamos a descubrir una serie de versículos del Evangelio de Mateo comentados, como Mateo 6:33, Mateo 19:26, Mateo 4:17, Mateo 5:14-16, Mateo 6:9, Mateo 11:28, Mateo 19:30, entre otros
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