“Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna” (Juan 3: 16).
“14 De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto,
15 para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
16 Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna” (Juan 3: 14-16).
-Versión: el Libro del Pueblo de Dios
Este versículo nos habla del amor, la salvación y la vida eterna.
No siempre es fácil entender el gran misterio de la cruz de Jesús, pero con este fragmento de la Biblia podemos comprender su poder de una manera más profunda.
De hecho, este pasaje bíblico es una garantía para nosotros: Dios nos ama, Dios ama al mundo y a cada hombre y mujer que forma parte de él.
Además, este versículo es una promesa: Dios nos dio su salvación y, por lo tanto, promete la vida eterna para todos aquellos que creen en Jesucristo.
Tengamos presente que, del mismo modo en que los hebreos mordidos por serpientes en el desierto solo tenían que mirar a la serpiente de bronce para no morir, nosotros solo tenemos que mirar a Jesús para obtener la vida eterna.
El mensaje de Jesús es un mensaje de amor y esperanza para todas las personas. Dios no quiere juzgarnos, sino salvarnos, y por eso nos envió a su único Hijo para redención de nuestros pecados. Por eso, Hozana te ofrece una serie de propuestas espirituales en torno a los Evangelios y a la Palabra de Dios, por ejemplo: