Cada año, los cristianos de todas las confesiones estamos llamados a orar por la unidad de los cristianos durante la semana de oración por la unidad de los cristianos, un tiempo fuerte ecuménico que tiene lugar a finales de enero, y durante el cual todos estamos invitados a rezar para ser uno solo en Cristo. De hecho, orar por todos nuestros hermanos y hermanas en Cristo es tan esencial que Jesús mismo, en el Evangelio de Juan, nos recuerda permanecer unidos a Él, por lo que siempre será provechoso orar por los demás en cualquier momento del año.
“Dios eterno y misericordioso, Tú que eres un Dios de paz, de amor y de unidad, te rogamos, Padre, y te suplicamos que reúnas, por tu Espíritu Santo, todo lo que está dividido. Permítanos también convertirnos a tu unidad, buscar tu verdad única y eterna, y abstenernos de toda disensión. Entonces tendremos un solo corazón, una sola voluntad, una sola ciencia, un solo espíritu, una sola razón. Y, completamente vueltos a Jesucristo, nuestro Señor, nosotros podremos, Padre, alabarte con una sola boca y darte gracias por nuestro Señor Jesucristo en el Espíritu Santo. Amén”.
“«Señor Jesús, Tú que, en vísperas de morir por nosotros, oraste para que tus discípulos fueran perfectamente uno, como tú en tu Padre y tu Padre en ti, haznos sentir la infidelidad de nuestra desunión. Danos la lealtad para reconocer y el coraje para rechazar lo que hay en nosotros de indiferencia, desconfianza e incluso de muda hostilidad.
Concédenos reencontrarnos a todos en ti, para que, de nuestras almas y nuestros labios, ascienda incesantemente tu oración por la unidad de todos, como tú lo quieres, por los medios que tú quieres. En ti que eres la caridad perfecta, haznos encontrar el camino que conduce a la unidad, en obediencia a tu amor y a tu verdad. Amén”.
“Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno –yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste”.
Durante la Semana de oración por la unidad de los cristianos, y a lo largo de todo el año, podemos orar los unos por los otros a través de diferentes propuestas espirituales: