Podemos confiarnos en nuestras oraciones a San Expedito en caso de conflicto o de juicio para que interceda por nosotros ante Dios. Este santo, quien ha sabido mostrar celeridad y juicio en su toma de decisiones durante su vida, es un recurso eficaz para solucionar las situaciones conflictivas por medio de la oración.
¡En caso de desacuerdo, buscamos a menudo una ayuda o un consejo: San Expedito, y por medio de él, nuestro Señor, son la mejor opción! Cuando el diálogo se vuelve imposible, podemos sentirnos desconcertados y estar tentados a actuar con cólera y resentimiento, especialmente cuando lo que está en juego es importante. En este sentido, es difícil guardar un corazón compasivo y clemente, tal como Cristo nos pide que hagamos, hacia personas que nos parece que no respetan nuestros derechos. Con nuestras oraciones a San Expedito, no pedimos una victoria que persiga un éxito financiero o una ambición personal, sino una solución respetuosa de todos, justa y conforme a la voluntad de Dios.
« Glorioso mártir San Expedito, que intercedes ante Dios sobre todo en los casos urgentes, vengo ante ti para que abogues y le pidas al Autor de la justicia, para resolver mi justo pedido y así mi alma encuentre la paz para seguir al servicio de Dios y los hermanos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén. »
Existen también oraciones contra la adversidad y contra el mal cuando, más allá de las rivalidades humanas, podemos sentirnos vulnerables, débiles. Podemos también ofrecer una novena a San Expedito, es decir, una oración recitada durante nueve días.
San Expedito es una ayuda en los asuntos urgentes; por lo cual, se le puede igualmente rezar en ciertas situaciones pidiendo decisiones rápidas o cuando los conflictos se alargan hasta la saciedad. Algunas veces es difícil actuar con discernimiento cuando las fechas límites se acercan. San Expedito puede ayudarnos a abrir nuestros corazones al Espíritu para que seamos guiados por él y que obtengamos la gracia de entregarnos con confianza a los propósitos de Dios.
« Mi San Expedito de las causas justas y urgentes, intercede por mí junto a Nuestro Señor Jesuscristo, para que venga en mi socorro en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tú que eres el Santo guerrero. Tú que eres el Santo de los afligidos. Tú que eres el Santo de los desesperados. Tú que eres el Santo de las causas urgentes, protégeme, ayúdame, otorgándome fuerza, coraje y serenidad. ¡Atiende mi pedido!
(Hacer el pedido).
Mi San Expedito, ayúdame a superar estas horas difíciles, protégeme de todos los que puedan perjudicarme, protege a mi familia, atiende mi pedido con urgencia. Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
¡Mi San Expedito! Estaré agradecido por el resto de mi vida y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe. Muchas Gracias.. »
En caso de urgencia o cuando la situación nos parece sin salida, es todavía posible recitar la oración milagrosa a San Expedito.
Recuerda que la oración es un valioso apoyo cuando atravesamos dificultades. Deposita tus conflictos y casos desesperados a los pies de Cristo: reza en comunión y con el apoyo de otros orantes, gracias a las comunidades de Hozana: