Ella, a quien el Papa Pío X llamó "la santa más grande de los tiempos modernos", estaba decidida a interceder por nosotros cuando estuviera con el Padre. Rezar a Santa Teresita hace parte de la vida de muchos creyentes, incluso si ha transcurrido más de un siglo después que su vida en esta tierra acabara. No es raro rezar a Santa Teresa de Lisieux para obtener una gracia de sanación. En la noche del Jueves Santo de 1896, Teresita tosió, siendo estos los primeros signos de tuberculosis que se apoderaron de ella y que se la llevarían unos meses después. De hecho, su aceptación inmediata de la enfermedad, su fuerza para enfrentar los sufrimientos físicos y espirituales la convirtieron en un modelo de fe. Hoy en día, muy a menudo se busca su intercesión para la curación de los enfermos, especialmente los que sufren de tuberculosis y enfermedades pulmonares.
Numerosos testimonios de sanaciones milagrosas confirman que la intercesión de Santa Teresa por los enfermos es poderosa. A continuación, algunas oraciones que puedes rezar para pedirle a Dios la sanación de los enfermos y para entregarle la vida de los que padecen.
"Santa Teresita,
Tú que hiciste de tu enfermedad una fuente de aprendizaje espiritual,
Te pido que intercedas por (...)
Que su enfermedad renueve en (él/ella) la gracia de la fe,
Que (él/ella) vuelva sus ojos y su corazón a Jesús,
Y que se entregue a Él de una manera cariñosa y confiada.
Que, a través de tu intercesión,
Dios le conceda a (él/ella) la gracia de la sanación,
Espiritual, física y psicológica.
¡Amén!"
Oración traducida del francés “prière de guérison à Sainte Thérèse” por Hozana.
“Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo:
Yo os agradezco todos los favores,
todas las gracias con que enriquecisteis
el alma de Santa Teresita del Niño Jesús
durante los veinticuatro años que pasó
sobre la tierra. Y por los méritos de tan
querida Santita, os ruego humildemente
me concedéis la gracia ______________
que ardientemente os pido,
si fuera conforme a vuestra santísima
voluntad y para salvación de mi alma.
Amen.”
“Te he glorificado en la tierra; he cumplido la obra que me diste para hacer; he dado a conocer tu nombre a los que me diste: eran tuyos, y me los diste. Porque saben que todo lo que me has dado proviene de ti; pues les he comunicado las palabras que me has dado, las han recibido y han creído que fuiste Tú el que me envió”.
Fuente: Aleteia
En esa noche tan conocida de la Semana Santa de 1896, Sor Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz no tuvo miedo al ver su pañuelo manchado de sangre. Por el contrario, sonrió al verlo. Para ella, estas pequeñas manchas sólo significan una cosa: estaba más cerca que nunca de unirse a Jesús en la vida eterna. Más tarde, su larga enfermedad la llevaría a caer en abismos de sufrimiento, tanto físicos como espirituales, pues se disponía a pasar una larga noche oscura de fe, durante la cual nunca permitiría que sus dudas ganaran la batalla. Por el contrario, es en medio de esa tormenta que descubrió una vocación aún más grande, la del Amor: “en el corazón de la Iglesia, mi madre, seré el amor..., y así lo seré todo."
Esta fuerza espiritual, esta capacidad de permitir que la luz triunfe sobre sus "densas tinieblas", hacen que hoy, podamos pedir a la pequeña Teresita que interceda por nosotros, tanto por las enfermedades físicas como por nuestros extravíos espirituales.
En Hozana, hay varios caminos abiertos para ti:
En estos tiempos de epidemia, puedes unirte a esta comunidad dedicada a Santa Teresita y pedirle la sanación física, espiritual u otra de sus muchas gracias.
Puedes unirte a esta comunidad y decir “en el dolor y la dificultad, confío en Dios”.
También puedes confiar tu alma y la de otros en una novena a la Divina Misericordia para aumentar tu fe en la prueba.
Por último, ¡puedes descubrir todas las comunidades de oración de Hozana, y encontrar la que más se adapte a tu necesidad actual!