Detrás de todas las razones que podemos tener para orar por nuestro trabajo, se esconde nuestro deseo de éxito en nuestra vida profesional. ¿Pero qué significa tener éxito en el trabajo?: para algunos se traduce en un ascenso, para otros en un aumento, etc. A pesar de que el reconocimiento social y financiero son muy valiosos, el regalo más importante que el trabajo puede dar a un cristiano va más allá de todo esto. Así que, seamos ambiciosos: ¡pidamos al Señor que nuestro trabajo sirva no sólo para nuestra carrera, sino también para el Reino de Dios!
“¡Espíritu Santo, dador de vida, ayúdame a examinar mi vida y aprender a discernir cuáles son las debilidades de mi corazón que me impiden vivir en la excelencia cada día!
¡Ayúdame, Espíritu de Dios, a corregir mis malos hábitos y todo aquello que me aparta del bien! ¡Ayúdame a no pensar tanto en mí mismo y pensar más en los demás!
¡Ayúdame a poner en práctica las virtudes y vencer mis debilidades! ¡Ayúdame a controlar mi orgullo y mi soberbia, a ser más dócil siempre a la voluntad del Padre, a no tratar de salirme siempre con la mía, a ser más humilde y preocupado por las necesidades de los que me rodean!
¡Ayúdame a potenciar mis capacidades para superar esas debilidades que me impiden dar lo mejor de mí mismo en casa, en el trabajo, en mi vida social y comunitaria!
¡Espíritu Santo, ayúdame a educar mi voluntad y repetir y hacer actos buenos, concretos, pequeños y sencillos que la vayan fortaleciendo! ¡Señor, aspiro a la santidad aunque esté muy alejado de ella; ayúdame a hacer siempre el bien obedeciendo a mis inclinaciones más íntimas de virtud y de bondad!
¡Ayúdame, Señor, a hacer siempre actos buenos como hiciste tú y a dar lo mejor de mí mismo con todas mis fuerzas humanas y espirituales!
¡Jesús, tú que fuiste creciendo en sabiduría y gracia delante de los hombres y de Dios, ayúdame a progresar en la virtud para parecerme solo un poco a Ti, que eres mi modelo!. Amén.”
El Señor nos ha dado a todos dones y carismas. Él nos pide que los hagamos dar fruto y que los pongamos al servicio del Reino y de los demás: ¡esta es la clave de nuestro éxito! Sin embargo, saber discernirlos y entender cómo ponerlos al servicio del Señor no siempre es una tarea fácil. Por lo anterior, Hozana te ofrece muchas opciones para que crezcas espiritualmente.
Por ejemplo, puedes unirte a la comunidad "caminemos con los santos", para que cada día recibas un correo electrónico, y puedas conocer, poco a poco, a todos los santos y santas del Señor. A medida que descubras sus carismas, sus viajes, sus personalidades, el Espíritu Santo te inspirará con sus ejemplos de santidad, para que tú también puedas caminar con Dios como Él lo desea.
Además, puedes unirte a la comunidad “¿Cuál es mi vocación”?, para que aprendas a rezar por las vocaciones según el deseo de Dios. Si oras al que te creó, podrás pedirle que te muestre su propósito en tu vida, para que aprendas a caminar según su voluntad, sirviendo a Dios y a tus semejantes.