“No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios” (Filipenses 4:6).
“1 Por eso, hermanos míos muy queridos, a quienes tanto deseo ver, ustedes que son mi alegría y mi corona, amados míos, perseveren firmemente en el Señor.
2 Exhorto a Evodia y a Síntique que se pongan de acuerdo en el Señor.
3 Y a ti, mi fiel compañero, te pido que las ayudes, porque ellas lucharon conmigo en la predicación del Evangelio, junto con Clemente y mis demás colaboradores, cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida.
4 Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense.
5 Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca.
6 No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios.
7 Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús” (Filipenses 4:1-7).
-Versión: el Libro del Pueblo de Dios
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Puede ser que, al leer las palabras de San Pablo, nos invada un sentimiento de desánimo y surjan diversas preguntas: ¿acaso es posible no preocuparse por nada?... Aunque parezca difícil de comprender, el apóstol Pablo nos muestra dos remedios ante las preocupaciones, bastante legítimas, que podemos tener en algún momento, y estos son: ¡la oración y la acción de gracias!
La oración, especialmente la súplica (que es una oración más intensa), es una buena forma de poner todas nuestras preocupaciones y penas a los pies de nuestro Padre celestial, con la seguridad de que el Señor escucha cada una de nuestras peticiones y nos da la fuerza para soportar cualquier circunstancia.
Por otro lado, aunque nos parezca difícil, podemos practicar la acción de gracias cuando nos sintamos preocupados y afligidos, pues es una manera de encontrar motivos para no estar tristes, sino alegres y llenos de gratitud por todas las gracias recibidas en nuestra vida. De hecho, la acción de gracias nos permite, no solo volver a descubrir nuestro corazón de niño que puede confiar plenamente en la bondad del Padre, sino también abandonarnos en sus manos con total confianza.
A decir verdad, esta palabra de San Pablo, que nos invita a tener confianza en Dios, es similar a la de San Pedro, cuando dice: “descarguen en Él todas sus inquietudes, ya que Él se ocupa de ustedes” (1 Pedro 5:7).
Santa Teresa de Ávila pronunció unas hermosas palabras que nos invitan a abandonarnos al Padre, sabiendo que Él escucha cada una de nuestras súplicas: “… Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene, nada le falta…”
Estas palabras nos invitan a abandonarnos al Padre con total confianza… En este orden de ideas, Hozana te propone descubrir diversas comunidades de oración en línea para que aprendas a confiar en el Señor como un niño pequeño. Por ejemplo, puedes:
¡Acércate con confianza a Dios y entrégale tus cargas con Hozana!