La adoración eucarística, también conocida como adoración del Santísimo Sacramento, es una forma de adoración católica que se ha hecho cada vez más popular en las parroquias, en los últimos años. Esta forma de oración meditativa es especial, pues, por una parte, permite que el orante esté cara a cara con Cristo, uniéndolo a Él de manera íntima e interiorizada. Por otra parte, este tipo de adoración también permite una comunión de oración, que se encuentra al alcance de la humanidad, pues Jesús se entregó por todos nosotros.
“La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico. Jesús nos espera en este sacramento del amor. No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo en la adoración, en la contemplación llena de fe y abierta a reparar las faltas graves y delitos del mundo. No cese nunca nuestra adoración”. (Juan Pablo II)
San Pedro Julián Eymard, fundador de la Congregación del Santísimo Sacramento, nos dice: "La adoración eucarística tiene como fin la persona divina de nuestro Señor Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento. Él está vivo, quiere que le hablemos, Él nos hablará. Y este coloquio que se establece entre el alma y el Señor es la verdadera meditación eucarística, es-precisamente- la adoración. Dichosa el alma que sabe encontrar a Jesús en la Eucaristía y en la Eucaristía todas las cosas…"
La adoración se realiza a partir de la reserva eucarística, es decir, las hostias consagradas que se guardan en el sagrario después de la misa. Respecto a la eucaristía, cabe destacar que, los católicos tienen la convicción de que Jesús está realmente presente en la hostia, la cual se convierte en el cuerpo de Cristo cuando el sacerdote realiza la consagración durante la oración eucarística. Esta conversión de sustancias en el cuerpo del Señor es explicada por la doctrina de la transubstanciación.
De hecho, durante la misa, no solo se invita a los fieles a comulgar con el cuerpo de Cristo al tomar la hostia (la Eucaristía), sino que también se les hace un llamado a adorarla. Para dicho fin, se saca el Santísimo Sacramento del tabernáculo y se expone en una custodia u ostensorio. Es así como el orante contempla y se deja contemplar por el Señor mediante esta exposición cercana a su presencia, pues sabemos que Cristo se ofreció a todos los hombres por amor a la humanidad.
Existen muchas maneras a través de las cuales podemos adorar al Santísimo Sacramento:
Cabe destacar que, aunque la adoración eucarística es una forma de oración muy libre y personal, a veces puede resultar un poco difícil dejarse llevar por este ejercicio de contemplación ante el Santísimo Sacramento. Por lo tanto, puedes seguir este enlace y leer algunos consejos que te guiarán al practicar la adoración eucarística.
“Oh Jesús, aquí está tu Madre, escúchala, es Ella la que te va a hablar de por mí. Y tú, querida Madre, ve a darle besos en los Sagrarios, una infinidad de besos y de abrazos, una infinidad de ternuras y caricias, todo por Jesús eucarístico, todo por la Trinidad santa, todo por ti, querida Madre. Multiplícalos, dalos llenos de un amor puro y santo, de un amor sin medida, de una nostalgia infinita, por no poder moverme y llegar a tus Sagrarios.
Oh Jesús mío, quiero que todos mis dolores, todas mis palpitaciones, toda mi respiración, todo el instante de este día -sean actos de amor por tus Sagrarios. Quiero que todos los movimientos de mis pies, de mis manos, de los labios, de la lengua, de los ojos, toda las lágrimas o sonrisas, toda la alegría o la tristeza, toda la tribulación, toda la distracción, todas las contrariedades o los disgustos -sean actos de amor por tus Sagrarios. Quiero que todas las palabras de las oraciones que recé y oiga rezar, toda las palabras que pronuncie y oiga pronunciar, todo lo que lea y oiga leer, que escriba o vea escribir, que cante y oiga cantar -sean actos de amor por tus Sagrarios. Quiero que todos los besos que de a tus imágenes y a las imágenes de tu y mía querida Madre, y de tus santos y santas -sean actos de amor por tus Sagrarios.
Oh Jesús, quiero que toda las gotas de lluvia que vienen del Cielo hasta la tierra, que toda el agua del mundo repartida en gotas, toda la arena del mar y todo aquello que el mar encierra -sean actos de amor por tus Sagrarios. Te ofrezco las hojas de los árboles y los frutos que contienen, las flores deshojadas pétalo a pétalo, los granos de las simientes que existen en el mundo, todo aquello que hay en los jardines, en los campos, en los valles, en los montes: todo te lo quiero ofrecer -como actos de amor por tus Sagrarios.
Oh Jesús, te ofrezco el día y la noche, el calor y el frío, el viento, la nieve la luna y sus rayos, el sol, las estrellas del firmamento, mi dormir y mi soñar -como actos de amor por tus Sagrarios.
Esta es toda mi alegría.”
Debemos saber que, cualquier oración es buena cuando adoramos al Santísimo Sacramento y en Hozana podrás encontrar muchas posibilidades para adorarlo. Por ejemplo, si te inscribes a esta comunidad podrás aprender a rezar el Rosario solo, o en compañía de otros creyentes.
Además, Hozana te ofrece diversas comunidades de oración. De hecho, algunas te ofrecen un acompañamiento online para que puedas entrar en esta intimidad con Dios y darle gloria. Por ejemplo: