Arrodillarse ante el Santísimo Sacramento del Altar y permanecer allí durante un tiempo es uno de los momentos más hermosos que podemos tener en nuestra vida cristiana. Sin embargo, en ocasiones no sabemos cómo hacerlo correctamente. El Santo Cura de Ars solía decir al respecto: "no es necesario hablar mucho para orar bien. Sabemos que el buen Dios está allí, en el santo Tabernáculo: abrámosle el corazón, alegrémonos de su presencia. Esta es la mejor oración". De hecho, si queremos que nuestra adoración dé frutos, la clave radica en disfrutar su presencia. Pero, como tenemos vidas tan agitadas, no resulta tan fácil conseguir calmar nuestra interioridad lo suficiente como para sentarnos y simplemente adorar al Santísimo Sacramento. Por lo anterior, queremos presentarte algunas claves para responder a tus interrogantes sobre cómo adorar al Santísimo Sacramento del Altar.
Cuando nos acercamos a adorar el Santísimo Sacramento, es esencial ser conscientes de que la presencia de Cristo es real. Debemos hacerlo como un acto de fe, es decir, debemos saber y confiar en que Él está ahí. A veces, podemos sentir su presencia de forma palpable, pero, otras veces sólo sabemos que está ahí porque estamos íntimamente convencidos de ello. Sin importar si lo sentimos o no, debemos ser conscientes de que Él está ahí. Tengamos presente que no estamos solos ante el Santísimo Sacramento del Altar: ¡Él está allí presente a nuestro lado!
No se trata de una especie de monólogo interior, sino de un intercambio: "yo le aconsejo y él me aconseja", dijo uno de los feligreses del santo Cura de Ars. Y esto es lo que ocurre cuando tenemos un momento de recogimiento ante el Santísimo Sacramento: estamos allí para adorarle, pero Él también está allí, amándonos profundamente. Debemos saber que la adoración no es un proceso unidireccional, sino mutuo. ¡Sintamos esto en el corazón cada vez que nos sentemos a adorar!
Para adorar al Santísimo Sacramento no sólo necesitamos rezar una oración. En ocasiones, sentir y demostrarle un profundo amor puede ser más que suficiente. Para ello, puedes sentarte ante el Santísimo Sacramento y expresarle todo lo que llevas por dentro. La clave está en sentir todo el amor que tienes por Jesús, para luego ofrecérselo con mucha sencillez, sin buscar más que eso.
Amar a Cristo también significa confiar en Él. De hecho, nosotros podemos presentarnos ante el Santísimo Sacramento y ofrecerle todos nuestros sufrimientos y debilidades a Jesús. Por ejemplo, podemos entregarle esa dificultad que tenemos para permanecer plenamente presentes, plenamente conscientes de su presencia, la cual es tan real en medio nuestro. Al entregarle estas dificultades evitamos ser arrastrados por nuestras preocupaciones humanas mientras lo adoramos.
Podemos practicar la oración del corazón, también conocida como la oración de Jesús, así como lo siguen haciendo algunos ortodoxos en la actualidad. Esta oración consiste en repetir una frase al ritmo de la respiración, "masticándola constantemente", hasta asimilarla por completo. Tradicionalmente, la frase que se repite es la siguiente: “Señor Jesucristo Hijo de Dios, ten piedad de mí pecador”.
Sin embargo, también podemos tomar cualquier versículo bíblico y repetirlo de la misma manera, o utilizar nuestras propias palabras para hablarle a Jesús. Incluso puedes cantar una oración o frase mentalmente. Aquí todo es posible, la única regla es ofrecer tu oración a Jesús, y amarlo profundamente, sin importar de qué manera lo hagas. Es muy sencillo: pon en tu oración todo el amor que pone un niño en la flor -el palo, la piedra, o el dibujo- que ofrece a su madre.
Si buscas una oración más elaborada, probablemente te parecerá muy satisfactorio rezar la coronilla del Santísimo Sacramento. Hozana te ofrece dos modelos.
¿Acaso María no es nuestro modelo más puro? ¿No fue ella la primera en adorar a Jesús? Por eso, rezar un Rosario permite meditar en los misterios de la vida de Cristo y sentirse más cerca de Él.
Debemos saber que, cualquier oración es buena cuando adoramos al Santísimo Sacramento y en Hozana podrás encontrar muchas posibilidades para adorar el Santísimo Sacramento del Altar. Por ejemplo, si te inscribes a esta comunidad podrás aprender a rezar el Rosario solo, o en compañía de otros creyentes. También puedes unirte en oración a una comunidad que te invite a responder al llamado del Sagrado Corazón de Jesús.
Además, puedes unirte a una de estas comunidades de oración en línea o depositar tu intención de oración ahora mismo.