Los Ejercicios Espirituales fueron escritos por San Ignacio de Loyola, quien recopiló esta serie de meditaciones en un librillo, con la finalidad de proponer un camino de oración y meditación basado en los Evangelios. Estos ejercicios nacieron de la experiencia espiritual del santo y hoy se ofrecen durante los retiros, a quienes lo deseen.
Literalmente, los ejercicios ignacianos nos invitan a ser tocados por Cristo, a través de episodios de las Escrituras; nos hacen un llamado a no ser simples oyentes o lectores atentos de la Palabra de Dios, sino a vivir un verdadero encuentro con Jesús. Además, ellos son una experiencia poderosa, que nos invita a la introspección, a la conversión.
"Los ejercicios son todo lo mejor que yo en esta vida puedo pensar, sentir y entender, así para el hombre poderse aprovechar a sí mismo, como para poder fructificar, ayudar y aprovechar a otros muchos..."
-San Ignacio de Loyola, carta a Manuel Miona, 16-11-1536
A través de sus ejercicios, San Ignacio no solo propone un modo de orar y de meditar para conocer mejor a Cristo, sino también una forma de desarrollar la propia libertad interior de cada uno.
Para lograr dicho fin, su obra reúne meditaciones que permiten "ejercitar" progresivamente la mente en la práctica de la oración y la meditación. Además, en sus escritos se establece un paralelo entre el ejercicio físico y el ejercicio espiritual, dando a entender que ambos requieren entrenamiento, progresión y regularidad si se quiere alcanzar un objetivo.
Las meditaciones ignacianas nos permiten a su vez caminar con Cristo y explorar nuestro interior, con el propósito de lograr una vida transformada por la muerte y resurrección de Jesús.
Dichas meditaciones se basan en la recopilación de pasajes del Evangelio (infancia y vida pública de Jesús, Pasión, Resurrección), y en sentir lo que causan en nosotros: lo que sucede en nuestro corazón, es decir, cómo actúa cada pasaje bíblico en nuestras vidas. De hecho, las meditaciones ignacianas son una inmersión en las Escrituras, pues San Ignacio nos invita a entrar en ellas por completo, con todos nuestros sentidos, con todo nuestro ser.
Estos ejercicios se proponen a todos aquellos que deseen vivir un verdadero encuentro personal con Jesús y acoger en sus vidas esa dulce mirada que cambia y transforma.
De hecho, estos ejercicios son el centro de numerosos retiros, cuyo objetivo es permitir al meditador realizar un viaje interior que lo lleve hacia un verdadero encuentro con Dios, mientras es acompañado y guiado. Para lograrlo, los guías espirituales utilizan la obra de San Ignacio durante el retiro.
El período de realización de estos retiros es generalmente de 4 semanas. Sin embargo, también pueden adaptarse a las posibilidades de cada persona (unos días, una semana, 15 días...). Además, cabe anotar que, estos retiros pueden realizarse en centros espirituales o en línea, a través de sitios que proponen acompañamiento a los participantes.
En resumen, todos los que lo deseen -sin importar sus disponibilidades- pueden descubrir este camino ignaciano hacia Dios, para vivir su vida de cristiano en plenitud.
"Los Ejercicios son una oportunidad privilegiada que Dios ofrece a las personas para escuchar al Espíritu Santo, con el fin de encontrar respuestas adecuadas a las preguntas propias de las diversas situaciones de cada persona." -San Juan Pablo II
"Toma, Señor, y recibe
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Tú me lo diste,
a ti, Señor, lo retorno.
Todo es tuyo:
dispón de ello
según Tu Voluntad.
Dame Tu amor y gracia,
que éstas me bastan. Amén."
Hozana te ofrece muchas comunidades de oración, las cuales nos brindan orientación espiritual en nuestras prácticas de oración y meditación de la Palabra de Dios. Por ejemplo:
Inscribiéndote a este retiro, podrás sentir los tesoros de la interioridad y sentir y gustar la cercanía de Dios, guiado por Ignacio de Loyola.
Además, a través de esta comunidad, podrás orar en comunidad y recibir una meditación del evangelio cada día, para alimentar tu alma.