Consagración a San José

Una consagración es una oración por medio de la cual una persona, una familia o una comunidad se entrega totalmente al Señor. La Iglesia católica ofrece una amplia gama de consagraciones para que los fieles pueden consagrarse, por ejemplo: al Corazón Inmaculado de María, al Sagrado Corazón de Jesús, a los dos Corazones Unidos de Jesús y María, a San Miguel Arcángel, etcétera.

En lo que respecta a la consagración a San José, esta expresa la voluntad del alma de hacer un don de sí misma al santo patrón de la Iglesia, esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús. En otras palabras, con este acto, la persona decide vivir lo más cerca posible de San José, entregando todo lo que tiene (cuerpo, alma, bienes materiales, etc.), desprendiéndose de todo lo que constituya un obstáculo para su relación con el Señor, sin rechazar nada. A cambio, la persona se pone en manos de San José, que podrá actuar eficazmente en su vida, proporcionándole protección, ayuda y gracias después de la consagración.

Acto de consagración a San José

(Ante su imagen) Oh, bueno y humilde José,

Protector de la Sagrada Familia, Patrono de la Iglesia Universal, te honro como modelo de las virtudes cristianas y me consagro a ti para que seas mi protector y guía en la práctica de una vida auténticamente cristiana.

Siguiendo tu ejemplo, dedico mi vida al servicio de Cristo, para que todas mis acciones sirvan a la alabanza y gloria de Dios, al cumplimiento de la misión de Cristo en la tierra y al bien universal.

Condúceme al Sagrado Corazón de Jesús y al Corazón Inmaculado de María, para que en mi vida experimente la paz y la alegría de una vida santa.

Así como tuviste el privilegio de abrazar cariñosamente en tus brazos a María y a Jesús, acompáñame a mí y a mis hermanos, y muestra tu ternura cuando eleve mis ojos hacia ti, compañero misericordioso y compasivo, tú que conoces el peso de las cargas que pesan sobre nuestros corazones.

Ven pronto en ayuda de la Iglesia y de nuestra patria, buen San José.

Líbranos de los peligros que nos acechan en la hora de nuestra muerte;

Vela por nuestros ancianos, los débiles y los enfermos, nuestros hijos y nuestras familias.

Sostén a los que tan desinteresadamente se entregan a la pastoral y a los servicios de salud, para que por tu poderosa intercesión encontremos seguridad y consuelo en el Señor y alcancemos por fin la gloria de la patria celestial.

Amén".

Una vez consagrado a San José, es importante honrarle diariamente con una oración (que se puede elegir libremente), y renovar regularmente el deseo de pertenecerle. La consagración, como cualquier otra oración, aumenta su eficacia según la confianza del alma que recurre a ella.

Consagración de las familias a San José

"Oh bendito José,

Dios te ha elegido para que lleves el nombre y el oficio de padre de su Hijo Jesús.

Te dio como esposo castísimo a María, la Santísima Virgen.

Según su voluntad, fuiste cabeza de la Sagrada Familia de Nazaret.

El Papa León XIII te hizo patrono y protector de la Iglesia universal, fundada por el Señor Jesucristo.

Por eso, con confianza imploramos tu poderosa ayuda para esta Iglesia, que lucha en la tierra por construir la civilización del amor.

Te pedimos que protejas especialmente con el amor paterno con el que inflamas, a nuestro Papa, a nuestro Obispo, a todos los Obispos, sacerdotes, diáconos y a todos los que viven en comunión con la Santa Madre Iglesia y trabajan para ayudar a las almas a permanecer fieles a Cristo en medio de las angustias y adversidades de esta vida.

Acoge también, santísimo José, el don de nuestras familias, que te confiamos plenamente.

Nos consagramos enteramente a ti, para que seas siempre un padre para nosotros, un protector y guía en el camino de la salvación.

Consíguenos pureza de corazón, ferviente amor y una profunda vida interior.

Que sigamos tu ejemplo y orientemos toda nuestra vida familiar, bajo el cuidado de los Corazones Unidos de Jesús y de María, a la mayor gloria de Dios.

Por último, ruega para que conozcamos la paz y la alegría que tú has disfrutado a lo largo de tu vida de trabajo, silencio y oración.

Amén"

Debido a que San José es el santo patrono de las familias y la cabeza de la Sagrada Familia, es costumbre que se le consagren las familias, pues él se hará cargo de la nueva familia que se consagre, velando por ella como lo hizo por Jesús y María, dándoles protección contra el mal y  ayuda para vivir una vida auténticamente cristiana. San José también les proporcionará la ayuda material necesaria para encontrar una casa, un trabajo, etc.

-Oraciones traducidas del francés por Hozana

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