Después de un día ajetreado y estresante, puede resultar difícil encontrar la paz y la tranquilidad necesarias para conciliar el sueño. Por eso, creemos que una buena forma de liberar la mente y el corazón de lo que atormenta, es rezando una oración vespertina, para confiar sus preocupaciones a Dios y encontrar la serenidad y el tan anhelado descanso.
A continuación, te presentamos algunas oraciones de la noche que nos permitirán pedir la protección benévola y poderosa de los ángeles del Señor, y abandonarnos con confianza a nuestro Padre más amoroso.
"Ángel de Dios, tú que eres mi fiel guardián, y a cuyo cuidado he sido confiado por la Suprema Bondad, dígnate durante esta noche iluminarme, custodiarme, guiarme y gobernarme. Amén”.
“¡Dulce Jesús recibe nuestras almas!
Que la Bendita Virgen María, San José,
y todos los santos y ángeles,
glorifiquen y amen por nosotros, esta noche,
al Sagrado Corazón de Jesús;
y oren por nosotros a nuestro Señor,
para preservarnos durante ella
de todo pecado y maldad.
Bendito San Miguel,
defiéndenos en el día del combate,
que no nos perdamos en el terrible juicio.
Oh, ángeles de Dios, a cuyo cuidado
estamos comprometidos
por la Suprema Majestad,
ilumínense, gobiernen
y defiéndanos, esta noche,
de todo pecado y peligro.
Sálvanos, oh Señor,
despertándonos
y vigilando nuestro sueño,
que podamos vigilar con Cristo,
y descansar en paz. Amén”.
“1Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
2 di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío».
3 El te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
4 te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.
5 No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
6 ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.
7 Aunque caigan mil a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
tú no serás alcanzado:
4c su brazo es escudo y coraza.
8 Con sólo dirigir una mirada,
verás el castigo de los malos,
9 porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo.
10 No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
11 porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo
12 Ellos te llevarán en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra;
13 caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes.
14 «El se entregó a mí,
por eso, yo lo glorificaré;
lo protegeré, porque conoce mi Nombre;
15 me invocará, y yo le responderé.
Estará con él en el peligro,
lo defenderé y lo glorificaré;
16 le haré gozar de una larga vida
y le haré ver mi salvación»”.
Existen varias oraciones que nos ayudan a combatir los pensamientos e ideas oscuros que nos impiden encontrar la paz y la tranquilidad. Por ejemplo:
En Hozana, encuentra retiros y comunidades de oración que te ayudarán a avanzar hacia la paz y la alegría de Dios.