El trabajo puede ser una fuente de plenitud, pero lamentablemente, no para todo el mundo: entre el desempleo, la insuficiencia financiera, la tensión, el estrés, la fatiga, las malas relaciones con los colegas o superiores, las condiciones de trabajo, etc. la vida laboral puede convertirse en un verdadero calvario. Para protegerse del desánimo y del agotamiento laboral, podemos entregar nuestros días de trabajo al Señor, a través de las oraciones de protección. San José, patrono de los trabajadores, nos ayudará con esto.
“Padre celestial, al entrar en mi lugar de trabajo, deseo invocar tu presencia, para darte gracias por este nuevo día.
Te pido tu paz, tu gracia, tu misericordia y tu orden perfecto para esta oficina. Te pido que bendigas todo lo que se hable, piense, decida y haga dentro de estas paredes.
Bendice mis proyectos, ideas y todo lo que realice, para que aún mis más pequeños logros sean testimonio de tu gloria. Bendice, Señor, a mis jefes, compañeros, clientes y a todas las personas que este día se relacionen conmigo.
Renueva mis fuerzas para hacer mi trabajo de la mejor forma posible.
En este día te pido, Señor, un corazón generoso para atender con amabilidad a todas las personas y no ser indiferente a sus necesidades. Ojos para descubrir lo mejor en los que me rodean. Una boca que sonría con frecuencia, que diga frases optimistas y que enmudezca para los rumores y palabras ofensivas. Dos manos que trabajen honradamente y con entusiasmo, para satisfacer las necesidades de mi familia y mías. Mente abierta a todas las ideas, para pensar bien de los demás y entender sin prejuicios a los que piensen distinto a mí. Especialmente, Señor, dame una fe profunda para creer en tu palabra y una voluntad decidida para actuar correctamente y hacer el bien.
Señor, cuando esté confundido(a) guíame, cuando me sienta débil, fortaléceme, cuando esté cansado(a) lléname con la luz del Espíritu Santo.
Te pido que en este día el trabajo que haga y la manera cómo lo haga, esté de acuerdo con tu palabra y tus mandamientos. Y te pido, Señor, que cuando termine mi trabajo de hoy, me conduzcas con seguridad hasta mi destino.
Bendice mi familia y cuida mi hogar para que todas mis cosas estén como las dejé cuando salí de casa. Señor, te agradezco por todo lo que has hecho en mi vida, lo que haces y lo que harás.
En el nombre de Jesús, te doy las gracias por los dones con que me bendecirás el día de hoy, ayúdame a usarlos con responsabilidad en tu honor. Amén.”
“Glorioso San José, modelo de todos aquellos quienes se dedican al trabajo, concédeme la gracia de:
Trabajar con espíritu de penitencia para la expiación de mis numerosos pecados;
Trabajar con dedicación, poniendo el culto del deber por encima de mis inclinaciones;
Trabajar con reconocimiento y alegría, considerando un honor usar los dones recibidos de Dios;
Trabajar con orden, paz, moderación y paciencia, nunca cediendo al cansancio o dificultades;
Trabajar con buenas intenciones y desprendimiento de mí mismo, teniendo sin cesar ante mis ojos la muerte y la cuenta que deberé rendir del tiempo perdido, talentos no usados, buenos actos omitidos y las vanas complacencias del éxito, tan opuestas a la obra de Dios.
Todo por Jesús, todo por María, este es mi lema. Amén. ”
-San Pio X
Sin importar la situación, ya sea en el trabajo o en la búsqueda de un empleo, en condición de artesano, obrero o dirigente, pensemos en pedir la intercesión de San José cuando oremos al Señor por nuestros problemas laborales. El padre adoptivo de Jesús está especialmente atento a nuestras peticiones relacionadas con nuestro trabajo. Rezar a San José, es refugiarse bajo la protección de quien, gracias a su trabajo de carpintero, condujo al Hijo de Dios con humildad, coraje y de todo corazón.
Hay muchas otras oraciones para el trabajo, para encontrarlo, para conservarlo, para bendecirlo, incluyendo las oraciones a San José y una novena a San José Obrero.
Hozana te ofrece numerosas propuestas de oración para confiar tus necesidades relacionadas con el trabajo al Señor. Por ejemplo, puedes: