San Juan María Vianney, también llamado el Cura de Ars fue conocido durante su vida por tener una oración efectiva, con la cual obtuvo muchos milagros, curaciones y gracias. Él mismo afirmó: "Obtuve del Señor todo lo que quería, para mí y para los demás".
Hoy en día, muchos cristianos, tanto laicos como sacerdotes, recurren a su poderosa intercesión y le rezan en unión con Santa Filomena, a quien le tenía mucho cariño. Se suele rezar a este maravilloso santo especialmente por los sacerdotes y las vocaciones sacerdotales, al ser proclamado como el "patrón de todos los párrocos del universo" por Pío XI. De hecho, entre sus oraciones más efectivas están la novena y el rezo del Santo Rosario, con la meditación de los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos. A continuación, te presentamos las oraciones más bellas del Cura de Ars.
“Oh Santo Cura de Ars, de ti un testigo de tu vida dijo esta frase: "Le hubiéramos tomado por un ángel en un cuerpo mortal".
Tu edificaste a tantos otros: la modestia y la exquisita pureza radiaban de tu cuerpo. Con ese encanto y con ese entusiasmo predicaste a otros acerca de esas bellas virtudes que tú decías se asemejaban al perfume de un viñedo en flor.
Por favor yo te imploro que unas tus súplicas a las de la virgen María Inmaculada y Santa Filomena para que siempre guarde, tal y como Dios me pide, la pureza de mi corazón. Tu, que has dirigido a tantas almas hacia las alturas de la virtud, defiéndeme en las tentaciones y obtén para mí la fortaleza para conquistarlas.”
Oración:
“Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión.
Ruega por mi y especialmente por… (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).”
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
“¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas,
ruega por nosotros y por todos los curas!
Amén.”
Fuente: Aciprensa
“Omnipotente y eterno Dios,
mira el rostro de tu Divino Hijo y,
por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes.
Recuerda que no son sino
débiles y frágiles criaturas,
mantén vivo en ellos el fuego de tu amor
y guárdalos para que el enemigo no prevalezca
contra ellos y en ningún momento
se hagan indignos de su santa vocación.
Te ruego por tus sacerdotes fieles y fervorosos, por los que trabajan cerca o en lejanas misiones
y por los que te han abandonado.
¡Oh Jesús! te ruego
por tus sacerdotes jóvenes y ancianos,
por los que están enfermos o agonizantes
y por las almas de los sacerdotes que estan en el purgatorio.
¡Oh Jesús! te ruego
por el sacerdote que me bautizó,
por los sacerdotes que perdonan mis pecados,
por aquellos a cuyas misas he asistido y asisto,
por los que me instruyeron y aconsejaron,
por todos para los que tengo
algún motivo de gratitud.
¡Oh Jesús! guárdalos a todos en tu Corazón, concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad Amén.”
“Señor Jesús, con san Juan-María Vianney,
te confiamos a todos los sacerdotes a los que conocemos, aquellos a los que encontramos, los que nos ayudaron, aquellos a los que nos das hoy como Padres
Llamaste cada uno por su nombre;
por cada uno te alabamos y te suplicamos:
guárdalos en la fidelidad a Tu nombre;
Tú que los consagraste para que en Tu nombre, sean nuestros pastores,
dales tu fuerza, confianza y alegría
para desempeñar su misión.
Qué la Eucaristía que celebran los alimente
y les dé el valor de ofrecerse Contigo por todas sus ovejas; que sean sumergidos en Tu corazón misericordioso para que sean siempre testigos de tu perdón; que sean verdaderos adoradores del Padre para que nos enseñen el camino verdadero de la santidad.
Padre, con ellos, nos ofrecemos a Cristo por la Iglesia: que sea misionera en el soplo de tu Espíritu; que aprendamos a quererlos, respetarlos y recibirlos como un don que viene de Tu mano,
para que junto a ellos nosotros todos cumplamos más Tu obra para la salvación.
¡Amen!”
El Cura de Ars tocó profundamente los corazones con sus palabras. De hecho, es famoso por sus memorables sermones y por todas las lecciones de catecismo que daba por las tardes a la gran multitud que se reunía para escucharlo y confesarse con él en su iglesia de Ars . A continuación te ofrecemos los principales temas de sus homilías y citas relacionadas.
"Todo lo que el Hijo pide al Padre se le otorga. Todo lo que pide la Madre al hijo se le concede de manera similar… ¿Esto debe comprometernos a dirigirnos a ella con gran confianza pues está siempre atenta.”
"Si queremos demostrar a Dios que lo queremos a Él, tenemos que cumplir su santa voluntad. La forma más segura de conocer la voluntad de Dios es orar a nuestra buena Madre.”
"Cuando nuestras manos han tocado aromas, perfuman todo lo que tocan. Hagamos pasar nuestras oraciones a través de las manos de la Santa Virgen, las perfumará.”
"No son las largas ni bonitas las oraciones que el buen Dios mira, sino las que vienen del fondo del corazón, con un gran respeto y un verdadero deseo de gustar a Dios.”
"¡Cuánto le gusta un pequeño cuarto de ahora que robamos a nuestras ocupaciones, a algunas cosas inútiles, para rezar”
"La oración privada se asemeja a la paja esparcida por aquí y por allá en un campo. Si se enciende fuego, la llama tiene poco ardor, pero si se agrupa la paja esparcida, la llama se hace abundante y se levanta hacia el cielo: así es la oración pública.”
"Nuestros errores son granos de arena al lado de la grande montaña de la misericordia de Dios.”
"Cuando el sacerdote da la absolución, es necesario pensar sólo en una cosa: que la sangre del buen Dios se derrama sobre nuestra alma para lavarla, purificarla y hacerla bella cuanto lo era después del bautismo.”
"El buen Dios, al momento de la absolución, tira detrás de sus espaldas nuestros pecados, es decir se olvida, los cancela: no reaparecerán jamás.”
"El nutrimento del alma es el cuerpo y la sangre de un Dios. ¡Si uno lo piensa, se puede perder por la eternidad en este abismo de amor!”
"Todas las buenas obras juntas no equivalen al sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, mientras la Santa Misa es obra de Dios.”
“No decís que no sois dignos. Es cierto: no sois dignos, pero lo necesitáis.”
"Vais a confesaros con la Santa Virgen o con un ángel. ¿Os absolverán? ¿Os darán el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor? No, la Santa Virgen no puede hacer descender a su Hijo divino en la hostia. Aunque tuvierais doscientos ángeles para vosotros allá, no os podrían absolver. Un sacerdote, por cuanto simple sea, puede hacerlo. Os puede decir: andáis en paz, os perdono.”
"Un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el más grande tesoro que el buen Dios pueda conceder a una parroquia y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina.”
Con Hozana puedes profundizar en la vida de otros santos, por ejemplo: San Maximiliano Kolbe un franciscano cuya espiritualidad se basa en la entrega a la Virgen Inmaculada, y San Bernardo de Claraval, un hombre de buen corazón cuya espiritualidad se centraba en la entrega a la voluntad de Dios y a la virgen María.
Hozana te ofrece diferentes comunidades de oración con los santos para que reces al santo de tu preferencia, por ejemplo este retiro de Sanación interior con San Juan de la Cruz y otros místicos, para pedir por tu sanación interior.
También puedes rezar esta oración del padre Pío, para acercarte más a Cristo, o esta oración milagrosa a San Expedito, para pedir ayuda en una causa urgente.