La naturaleza del hombre fue contaminada en el momento que ocurrió el pecado original, por eso, desafortunadamente tendemos a sentirnos atraídos de forma natural por todo aquello que está mal. La buena noticia es que ¡Dios nunca se cansa de perdonarnos!: cada día nos abre sus brazos de amor, y nos acoge en lugar de juzgarnos. Sin embargo, esto no significa que podamos pecar libremente. De hecho, Jesús nos pide que nos arrepintamos y creamos en la buena noticia del Evangelio. Él sufrió en la cruz para que pudiéramos dejar el camino del pecado y que el mal no nos domine. Por otro lado, debemos recordar que, el sacramento de la reconciliación nos abre el camino para que podamos experimentar esta liberación interior. Además, la palabra de Dios nos enseña que, incluso cuando un pecador se arrepiente, hay alegría en el cielo, así que no tengamos miedo de volvernos a Dios y dejarlo que cambie nuestras vidas.
Hozana conoce la importancia de arrepentirse y te propone 7 pasajes de la Biblia para aprender lo que realmente es el arrepentimiento y experimentar la alegría que trae a nuestras vidas.
“Felices aquellos a quienes fueron perdonadas sus faltas y cuyos pecados han sido cubiertos. Feliz el hombre a quien Dios no le tiene en cuenta su pecado”. (Romanos 4:7-8)
“El que encubre sus delitos no prosperará, pero el que los confiesa y abandona, obtendrá misericordia. Feliz el hombre que siempre teme al Señor, pero el obstinado caerá en la desgracia.” (Proverbios 28:13-14)
“Esa tristeza produce un arrepentimiento que lleva a la salvación y no se debe lamentar; en cambio, la tristeza del mundo produce la muerte.Fíjense bien lo que ha producido en ustedes la tristeza que proviene de Dios. ¡Cuánta solicitud! ¿Qué digo? ¡Cuántas excusas! ¡Qué indignación! ¡Qué temor! ¡Cuántos deseos ardientes! ¡Qué preocupación! ¡Qué castigo ejemplar! De todas las maneras posibles, ustedes han demostrado que son inocentes en este asunto.” (2 Corintios 7:10-11)
“¡Ten piedad de mí, oh Dios, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!” (Salmo 51:3-4)
“Muchos de los que habían abrazado la fe vinieron a confesar abiertamente sus prácticas, y un buen número de los que se habían dedicado a la magia traían sus libros y los quemaban delante de todos. Se estimó que el valor de estos libros alcanzaba a unas cincuenta mil monedas de plata.” (Hechos 19:18-19)
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)
“Produzcan los frutos de una sincera conversión, y no piensen: «Tenemos por padre a Abraham». Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir al hijo de Abraham.” (Lucas 3, 8)
El arrepentimiento requiere que reconozcamos nuestros pecados, nuestras faltas y que pidamos perdón al Señor, a los que hemos herido, a los que herimos cada vez que rechazamos el amor al que estamos llamados, y a nosotros mismos (si es necesario). A menudo, podemos ver que el arrepentimiento es un camino largo y complejo, pero podemos pedirle a Dios que nos ayude a recorrerlo rezando las oraciones de arrepentimiento.
¡Acoge el perdón de Dios y acércate a su presencia a través de la oración con Hozana!