Dios nunca deja a sus hijos solos cuando atraviesan la prueba de la enfermedad, sino que da aliento y consuelo a quienes ponen su confianza en Él. Además, no podemos olvidar que "para Dios no hay nada imposible" (Lc. 1, 37), y que Él puede dar sanación a quienes le oran, según su perfecta voluntad.
A continuación, diez versículos bíblicos sobre sanidad que ayudarán a todos a encontrar fuerza y valor, especialmente en los momentos más difíciles. ¡Déjate nutrir y fortalecer de estos pasajes bíblicos, porque Jesús, sanador de almas y cuerpos, desea "sanar a los quebrantados de corazón y curar sus heridas" (Sal. 146,3).
"¡Sáname, Señor, y quedaré sano, sálvame y estaré a salvo, porque tú eres mi alabanza!" (Jer. 17, 14).
"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré" (Mt. 11, 28).
"No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos" (Mt.9, 12).
"Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente" (Mt. 4,23).
"Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán" (Mc. 11, 24).
"Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré" (Jn. 14,14).
"La oración que nace de la fe salvará al enfermo, el Señor lo aliviará, y si tuviera pecados, le serán perdonados" (Sant. 5, 15).
"Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor" (Sal. 27, 13-14).
"Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios" (2 Cor 1, 3-4).
"Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo»" (Jn. 16, 33)
Ante la enfermedad, puedes fortalecerte en el Señor, porque Él quiere "tomar tu sufrimiento y cargar tu enfermedad" (Mt. 8, 17). Recordemos que Dios no nos abandona, por lo tanto, podemos orar con fervor, de manera individual o colectiva, y pedirle sanidad, fuerza y consuelo ante la prueba de la enfermedad. De hecho, Hozana te ofrece diferentes comunidades de oración en línea para encomendar a los enfermos y pedir su curación. Por ejemplo, puedes: