Versículos sobre el miedo

El miedo puede tener un mayor o menor impacto en nuestras vidas, dependiendo de nuestro temperamento: a veces puede asfixiarnos cuando atravesamos pruebas difíciles, y es normal que sintamos temor a la escasez, miedo a perder un empleo, ir a una revisión médica, a la enfermedad, etc. 

Sin embargo, es precisamente en esos momentos cuando los cristianos estamos llamados a tener esperanza, que es una virtud teologal, y a poner nuestras vidas en manos de Dios, fundamentados en la roca, que es su Palabra. 

A continuación, te invitamos a descubrir algunos versículos de la Biblia que nos ayudarán a superar el miedo.

Algunos versículos bíblicos contra el miedo en el Antiguo Testamento

“Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza” (Sal. 23:4).

“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré?” (Sal. 26,1).

“Busqué al Señor: él me respondió y me libró de todos mis temores. Miren hacia él y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán. Este pobre hombre invocó al Señor: él lo escuchó y los salvó de sus angustias” (Sal 34, 5-7).

"Dios es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre pronta en los peligros. Por eso no tememos, aunque la tierra se conmueva y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar; aunque bramen y se agiten sus olas, y con su ímpetu sacudan las montañas” (Sal. 46, 2-3).

“Pero en la angustia invocaron al Señor, y él los libró de sus tribulaciones” (Sal. 106,6).

“No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa” (Sal.118, 5-6).

“No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa” (Is. 41,10).

También puedes leer el salmo 91, que se puede tomar como una oración para dirigir a Dios y pedirle su protección.

Algunos versículos bíblicos contra el miedo en el Nuevo Testamento

“Pero Jesús les dijo: «Tranquilícense, soy yo; no teman” (Mat. 14,27).

“Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: «Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?». Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: «No temas, basta que creas»” (Mc. 5.35-36).

“No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús” (Fil. 4, 6-7).

“Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios. El mismo espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios” (Rom.8,15-16).

“Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad” (2 Tim. 1:7).

Los mejores remedios contra el miedo

La lectura continua de la Palabra de Dios es uno de los mejores remedios contra el miedo, pues sabemos que Dios mismo es quien nos habla a través de su Palabra. Así, cuando tengamos que enfrentar situaciones de ansiedad podemos recordar sus promesas. Tomemos, por ejemplo, un versículo que no hemos citado antes, pero que también puede ayudarnos en situaciones difíciles: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt. 28:20).

 El segundo remedio contra el miedo es utilizar la fe y la esperanza, que son virtudes teologales, sabiendo que, con fe y esperanza, somos más capaces de afrontar y mitigar nuestros miedos.

 Por último, el tercer remedio que puede ayudarnos es unirnos a una comunidad cristiana.  Las comunidades cristianas son también una oportunidad para compartir y ayudarnos mutuamente. Por ejemplo, en Hozana, puedes unirte a esta comunidad de oración para cultivar una esperanza que transforma, o hacer parte de este retiro para aprender a confiar sus emociones al Señor. 

Tampoco dudes en dejar una intención en la página web de Hozana para que otros orantes también puedan apoyarte con sus oraciones.