Como cristianos, el propósito de nuestro peregrinaje en la tierra se resume en llegar a ser como nuestro Señor Jesucristo, quien se refirió a sí mismo diciendo: “...porque soy paciente y humilde de corazón…” (Mateo 11:29). De este modo, la humildad es una virtud que debemos acoger y desarrollar en nuestros corazones. De hecho, Jesús habla de la humildad de corazón, afirmando que Dios se fija en nuestros corazones. Pero, ¿cómo es posible dejar la altivez en nuestro interior, para humillarnos ante Dios? La respuesta la encontramos en su palabra, la cual nos revela las actitudes que debemos desarrollar para que nuestro corazón de hombre orgulloso se transforme en el corazón de un servidor humilde.
Hozana conoce el valor de la humildad ante los ojos de Dios y de los hombres, por lo cual te proponemos estos diferentes versículos de la Biblia que nos enseñan cómo y por qué debemos ser humildes.
“ Y ustedes, los que ahora dicen: «Hoy o mañana iremos a tal ciudad y nos quedaremos allí todo el año, haremos negocio y ganaremos dinero», ¿saben acaso qué les pasará mañana? Por su vida es como el humo, que aparece un momento y luego se disipa. Digan más bien: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello».” (Santiago 4, 13-15)
“De la misma manera, ustedes, los jóvenes, sométanse a los presbíteros. Que cada uno se revista de sentimientos de humildad para con los demás, porque Dios se opone a los orgullosos y da su ayuda a los humildes. Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que él los eleve en el momento oportuno. Descarguen en él todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes.” (1 Pedro 5:5-7)
“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no fue estéril en mí, sino que yo he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios que está conmigo.” (1 Corintios 15:10)
“En virtud de la gracia que me fue dada, le digo a cada uno de ustedes: no se estimen más de lo que conviene; pero tengan por ustedes una estima razonable, según la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.” (Romanos 12:3)
“No hagan nada por espíritu de discordia o de vanidad, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás.” (Filipenses 2:3-4)
“Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?” (Salmo 41:2-3)
“Y en el desierto te alimentó con el maná, un alimento que no conocieron tus padres. Así te afligió y te puso a prueba, para que tú vieras un futuro dichoso. No pienses entonces: «Mi propia fuerza y el poder de mi brazo me han alcanzado esta prosperidad». Acuérdate del Señor, tu Dios, porque él te da la fuerza necesaria para que alcances esa prosperidad, a fin de confirmar la alianza que juró a tus padres, como de hecho hoy sucede.” (Deuteronomio 8, 16-18)
“Premio de la humildad son el temor del Señor, la riqueza, el honor y la vida.” (Proverbios 22:4)
Jesús nos muestra el camino hacia el Padre y nos conduce por el camino de la humildad. Si quieres conocer a Jesús, no hay nada mejor que los Evangelios: puedes inscribirte a esta comunidad de oración en línea, para que cada mañana recibas el Evangelio del día y profundices en las virtudes de Cristo.
Además, puedes unirte a este retiro con Cristo Rey para que medites, a través de obras de arte, en las cualidades de Jesús, quién siendo Hijo de Dios, lo dejó todo y aceptó con humildad la voluntad de padre: morir en la cruz para darnos salvación.
Por último, recuerda que Dios nos quiere de pie, caminando erguidos en nuestra dignidad de hijos suyos, y teniendo un corazón humilde y servidor, a la imagen de Jesús, por eso te proponemos el retiro “7 pasos para levantarte” para que vivas experiencias de fe que te ayuden a caminar como Cristo.