La santificación no siempre es una palabra con una connotación muy agradable. Incluso, en ocasiones, cuando pensamos en santificarnos, inmediatamente lo relacionamos con privación, sufrimiento o prohibición. ¿Acaso es posible que hayamos entendido mal la santidad que Dios espera de nosotros? Recordemos que Jesús dijo en su oración por sus discípulos las siguientes palabras: “Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad.” (Juan 17:19). Cuando decidimos vivir una vida piadosa y alejarnos del pecado, Jesús viene a limpiar nuestro interior para que no seamos simplemente "sepulcros blanqueados" (Mateo 23:27). De hecho, ser santo comienza en el interior de nosotros, cuando aceptamos y amamos la verdad.
Hozana conoce la importancia de la santificación y te propone descubrir estos 10 versículos bíblicos que nos enseñan no solamente cómo y por qué imitar a Dios, sino también la manera de vivir en santidad.
“Así como aquel que los llamó es santo, también ustedes sean santos en toda su conducta, de acuerdo con lo que está escrito: Sean santos, porque yo soy santo”(1 Pedro 1:15-16).
“Busquen la paz con todos y la santificación, porque sin ella nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14).
“Si alguien se mantiene libre de esos errores será como un recipiente noble y santificado, que presta utilidad a su dueño para toda clase de obras buenas” (2 Timoteo 2:21).
“Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz” (1 Pedro 2:9).
“Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser –espíritu, alma y cuerpo– hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23).
“Nosotros, por nuestra parte, siempre debemos dar gracias a Dios, a causa de ustedes, hermanos amados por el Señor. En efecto, Dios los eligió desde el principio para que alcanzaran la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad” (2 Tesalonicenses 2:13).
“Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
“ Yo los exhorto a que se dejen conducir por el Espíritu de Dios, y así no serán arrastrados por los deseos de la carne” (Gálatas 5:16).
“Dios, en efecto, no nos llamó a la impureza, sino a la santidad” (1 Tesalonicenses 4:7).
“Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza” (Efesios 6:14).
Todos estamos llamados a ser santos y santas de Dios: ¡qué maravillosa noticia!... Pero quizá te preguntes concretamente ¿qué significa ser santos? ¿Cómo practicar la santidad en mi vida, aquí y ahora?... Por eso, Hozana te invita a descubrir cuál es tu camino a la santidad mediante diversas propuestas espirituales en línea:
No lo dudes más, ¡Ven y conságrate a Dios con Hozana!