La casa es el lugar físico donde construimos nuestro hogar, y por ende debe ser un espacio de renovación y amor entre los miembros de la familia, lo cual se logra mediante la oración y la puesta en práctica de valores. Los cristianos acostumbran a bendecir el hogar para pedir al Señor la gracia de venir a vivir en él, poniendo bajo su protección los miembros del hogar y todo lo que allí sucede. Al respecto, en los Evangelios podemos leer las palabras dichas por Jesús: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa" (Lc. 19,9), las cuales dan testimonio de los beneficios de bendecir una casa.
A continuación, te invitamos a descubrir 5 versículos bíblicos sobre la bendición del hogar.
“Y a partir de ahora, yo he elegido y consagrado esta Casa, a fin de que mi Nombre resida en ella para siempre: mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días” (2 Cr. 7,16).
“La gloria última de esta Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los ejército, y en este lugar yo daré la paz –oráculo del Señor de los ejércitos–” (Ag. 2,9).
“Me acuesto en paz y en seguida me duermo, porque sólo tú, Señor, aseguras mi descanso” (Sal. 4:8) *en otras versiones dice: “porque sólo tú, Señor, aseguras mi morada”.
“Dígnate, entonces, bendecir la casa de tu servidor, para que ella permanezca siempre en tu presencia. Porque tú, Señor, has hablado, y con tu bendición la casa de tu servidor será bendita para siempre»” (2 Sm. 7, 29).
“Al entrar en una casa, digan primero: «¡Que descienda la paz sobre esta casa!».Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes” (Lc. 10, 5-6).
La bendición de Dios sobre nuestras casas es una señal de su presencia a nuestro lado y una garantía de paz en nuestras casas. Así como Jesús dijo a Zaqueo: “baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa” (Lc 19,5), también nosotros podemos pedir al Señor que bendiga nuestra casa, nuestro hogar:
¡Confía tu familia al Señor con Hozana!