El Sábado Santo, los cristianos de todo el mundo celebran la Vigilia Pascual, que también se conoce como la Vigilia de Pascua, la cual conmemora la gloriosa resurrección de Cristo. De hecho, esta fecha marca el cierre de los tres días del Triduo Pascual, y da paso al tiempo Pascual, en la víspera de la celebración litúrgica de la fiesta de la Pascua.
Te invitamos a descubrir el significado de la Vigilia Pascual del Sábado Santo, así como los cuatro tiempos litúrgicos de esta celebración, de modo que puedas aprender todo sobre el rito bautismal para los catecúmenos, que se lleva a cabo durante la Vigilia Pascual.
La Vigilia Pascual, que marca el comiezo del Tiempo pascual y da inicio a la celebración de la fiesta de Pascua, anuncia la deslumbrante victoria de Cristo sobre la muerte. A decir verdad, se trata de una vigilia de oración en honor al Señor, que simboliza la espera y la esperanza de los fieles, quienes aguardan la resurrección de Cristo y el encuentro con el Resucitado. De hecho, San Agustín la consideraba como la “fiesta de las fiestas y la solemnidad de las solemnidades".
La Vigilia Pascual, fiesta de la alegría y la luz, se lleva a cabo la noche anterior al Domingo de Pascua, para recordar y celebrar el paso de las tinieblas a la luz. Para esto, se enciende el fuego pascual en los atrios de la iglesia, y se reparten cirios pascuales a los fieles. Además, durante esta celebración también se realizan los bautismos de los catecúmenos, y la renovación de las promesas bautismales por parte de los fieles bautizados.
La celebración de la Vigilia Pascual se compone de cuatro tiempos litúrgicos específicos, cuyo tono general es el blanco, que representa la alegría de la resurrección de Cristo. A continuación te explicamos detalladamente el desarrollo de esta celebración:
La liturgia de la luz celebra a Cristo resucitado, que viene a iluminar nuestra oscuridad.
La celebración de la Vigilia Pascual comienza por la noche, en los atrios de la iglesia, cuando el sacerdote enciende y bendice una gran hoguera, que servirá posteriormente para encender el cirio pascual. Este cirio, que permanece encendido durante todo el Tiempo pascual, simboliza el alma de Cristo reunida con su cuerpo en la gloria del Cielo.
Una vez encendido, se lleva el cirio pascual hasta el altar mediante una procesión en la que el sacerdote se detiene tres veces y proclama "Lumen Christie", es decir, "Luz de Cristo" y los fieles responden: "Oh Luz Gozosa de la Santa Gloria del Padre Celeste e inmortal Santo y Feliz Jesucristo".
Una vez dentro de la iglesia, cada uno de los fieles enciende su propia vela del fuego de la llama del cirio pascual, que se pasa de persona a persona. Acto seguido, se entona el canto del Exultet, que anuncia solemnemente la Resurrección de Cristo.
La siguiente etapa de la Vigilia Pascual es la Liturgia de la Palabra, en la que se realizan siete lecturas del Antiguo Testamento (cada una de ellas va seguida de un cántico, un salmo o un himno y una oración) y dos lecturas del Nuevo Testamento, incluido el Evangelio.
Las siete lecturas del Antiguo Testamento que se leen durante la Vigilia Pascual recorren los grandes momentos de la historia del pueblo judío y la nueva alianza anunciada por los profetas.
Tras estas lecturas, se encienden velas, se tocan las campanas y se canta el Gloria a Dios. A continuación, se hace la lectura de la epístola de San Pablo, la cual nos recuerda el gran misterio de la resurrección, al que estamos llamados a participar: “En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección [...] Pues sabemos que Cristo, por haber sido levantado de entre los muertos, ya no puede volver a morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él" (Romanos 6:5;9).
Y, para terminar, se entona el Aleluya, que no se había cantado en toda la Cuaresma, y el sacerdote proclama el Evangelio con el relato de la resurrección de Cristo: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado” (Lucas 24:1-12).
Como se había mencionado anteriormente, durante la Vigilia Pascual se llevan a cabo los bautismos de los catecúmenos, tras un recorrido espiritual de varios años. De hecho, mediante el bautismo, se sumergen en la muerte y resurrección de Cristo, ¡dando así inicio a una nueva vida tras los pasos del Maestro! Por otro lado, para los fieles, esta también es una oportunidad para renovar las promesas de su bautismo.
Cabe anotar que la liturgia bautismal consta de ritos específicos como la bendición y la aspersión del agua, la cual simboliza la vida, y la muerte transfigurada por la resurrección de Cristo.
Al finalizar este rito, los bautizados se visten con una prenda blanca y reciben una vela encendida, que significa su pertenencia a Cristo y su papel de "portadores de luz". Luego, durante la Vigilia Pascual, los bautizados se confirman y se les marca con el santo crisma, ¡signo de que el Espíritu Santo habita en ellos!
En la última parte de la Vigilia Pascual se celebra la Liturgia Eucarística, es decir, se hace honor al regalo que Jesús nos entregó a cada uno de nosotros a través de su cuerpo y sangre. A decir verdad, este es el punto culminante de la Vigilia Pascual, pues es allí que Cristo renueva el Misterio Pascual para nosotros.
“En verdad es justo y necesario
aclamar con nuestras voces
y con todo el afecto del corazón
a Dios invisible, el Padre todopoderoso,
y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre
la deuda de Adán
y, derramando su sangre,
canceló el recibo del antiguo pecado.
Porque éstas son las fiestas de Pascua,
en las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya sangre consagra las puertas de los fieles.
Esta es la noche
en que sacaste de Egipto
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar el mar Rojo por camino seco.
Esta es la noche
en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.
Esta es la noche
en que, por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo
son arrancados de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos.
Esta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?
¡Que asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!
Necesario fue el pecado de Adán,
que ha sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!
¡Qué noche tan dichosa!
Solo ella conoció el momento
en que Cristo resucitó de entre los muertos”
-Fuente: liturgiapapal.org
La Vigilia Pascual es llamada la "madre de todas las liturgias" porque celebra la resurrección de Cristo, el centro del misterio cristiano y la cumbre de todo el año litúrgico.
Esta celebración nos permite entrar en el tiempo de Pascua, durante el cual estamos llamados a seguir a Cristo resucitado.
Te invitamos a descubrir las diferentes comunidades de oración de Hozana para seguir a Jesús, "el camino, la verdad y la vida" (Juan 14: 6). Por ejemplo: